Como si fuera un sueño, el F138 emergió de la niebla que cubre Maranello para llenar de ilusión al equipo más laureado de la historia de la F-1. Y también el más ansioso por volver a ganar. Su presidente, Luca di Montezemolo dijo que le recuerda al invierno de 1997, el primer año en el que Michael Schumacher acarició el título mundial. Para él el primer golpe en la mesa antes de la edad dorada. Y, en la grada de invitados, Fernando Alonso miraba su nuevo monoplaza con orgullo. Lejos quedan ya los nervios de su primera presentación con Ferrari en 2010. Ahora es y se siente 'il capo' en la pista en la escudería. Y el piloto al que su presidente le dedicó un aplauso por su fenomenal Mundial 2012. El que estaba más tenso era el nuevo probador, Pedro de la Rosa, con los ojos llenos de chiribitas después de fichar por el equipo más legendario de las carreras. El monoplaza tiene un escalón en el morro, pero está cubierto por un panel estético autorizado por la FIA que le hace mucho más bonito estéticamente. Pero Alonso cree que aún dista mucho de ser la versión definitiva que veremos en Melbourne: “Veremos cuando probemos en la pista. Todos los equipos hacen cambios de año a año y se intenta trabajar más todas las zonas importantes del coche y copiar lo que funcionaba el año pasado, tanto en tu coche como en los adversarios. Intentamos empezar con un coche competitivo, pero bueno, el coche que hemos visto hoy tiene poco que ver con el que veremos en la primera carrera. No creo que el campeonato sea tan abierto como el pasado, habrá tres coches luchando por las victorias y esperamos ser uno de ellos”. Fernando ha cambiado su preparación y descansará más esta pretemporada. No debuta hasta el 19 de febrero en Barcelona y se pierde las pruebas de Jerez. Así intenta llegar a tope a las carreras de final de año en noviembre. Pero no cree que tena mucho margen de mejora como piloto: “Siempre hay mejoras, pero en cuanto a sacarle el mayor partido al coche y hacer entrenos y carrera sin fallos y exprimiendo el coche al máximo la temporada pasada fue al 99,9 %. Y el objetivo es repetir lo que hicimos el año pasado con un coche un poco más competitivo”. Durante la presentación tuvimos la oportunidad de hablar brevemente con Fernando Alonso para El Partido de las 12 y este fue el diálogo, donde nos confirmó que, pese a los rumores en la prensa italiana, seguirá en Ferrari gane o no gane el título: -Dice Domenicali que el objetivo es estar a dos décimas en Australia. ¿Con lo que sabe del coche lo ve posible? -Veremos. Seguramente el año lo terminamos entre cinco o siete décimas detrás de Red Bull. Y recuperar eso es complicado. Tenemos que esperar y ver lo que sacan también los demás. Si empezasemos cerca de Red Bull -He leído en la prensa italiana que este es un año de todo o nada... que se irá si no gana el título. -Increíble, increíble, no es nada cierto. Tengo cuatro años más aquí, mínimo, y en ningún momento. A dónde vas a ir! Estar en este equipo es un privilegio... y en el peor de los años en el que el coche no va pierdes el Mundial por tres puntos en la última carrera. Imagínate los otros equipos que tienen que sudar sangre para ganar una carrera. Y aquí lo haces de forma habitual y te acostumbras a ello. Es una escudería fuera de lo normal con el mejor coche, con la mejor gente y es imposible salir de aquí. -¿Qué tal va la adaptación de Pedro de la Rosa y su italiano? - El italiano mal, la adaptación bien, yo creo. Ahora tenemos bastante trabajo aburrido para él, de muchas pruebas en el simulador y poner a punto la maquinaria del simulador. Hay que hacer mucho trabajo antes de que sea útil, digamos. Es importante que pruebe también porque si tenemos un piloto para trabajar en el simulador y nunca se ha subido al Ferrari es difícil que te diga si el simulador va bien o va mal. Dice la verdad o te da las sensaciones reales. Que pruebe el coche y días después se suba al simulador será muy importante.