Se siente fuerte, con ganas y con el privilegio que la edad le ofrece para tomar las decisiones que más le apetecen. El Cajasol apostó por él el pasado verano y sólo su experencia pudo aguantar un terrorífico arranque de Liga. "Tuvimos muchas dificultades para lograr una línea aceptable. Nuestro arranque fue malísimo y no siempre confiaba en poder reaccionar. No sabía cómo íbamos a funcionar. Pero, afortunadamente, nos quitamos el bloqueo. Debo agradecerles al club y a la afición la paciencia que tuvieron". Más sabe el diablo por viejo que por diablo. "En la segunda etapa en Juventut atravesamos una situación parecida. Después, ese equipo causó un impacto en Europa. Ojalá lo que vivimos ahora se parezca a aquello". Aíto sigue siendo una de las referencias del baloncesto europeo y de los banquillos. Incluso, la gente del fútbol se acercó a él: "Sé que Guardiola ha dicho que tomó cosas de mi modelo. Y Del Bosque creo que también, al igual que yo de ellos". Y, ahora, la edad le permite vivir día a día sin preocupaciones: "El reto de que Cajasol crezca no es mío, le pertenece más al club. Cuando eres joven miras las cosas de otra manera. Pero ahora no me sentiría frustrado si no cuentan conmigo. Lo importante es que el club quiera seguir creciendo, independientemente de que yo esté o no".Sus objetivos no pasan por firmar un nuevo contrato: "Ya no me hace falta pensar en eso. La idea es seguir trabajando en la misma línea. Cajasol tiene la estabilidad que no tienen otros club de la ACB y eso hay que aprovecharlo. Lo único en lo que me centro es que el equipo juegue cada día más intenso y de forma más inteligente". Entre muchos logros, Aíto suma en sus méritos haber sacado a gente como Ricki o Rudy. Y sigue mirando hacia la cantera: "Hay chicos como Balvin o Porzingis que tienen muy buenas condiciones, pero aún son blandos. Mejorarlos es otra de las grandes aventuras que tiene este club".