El presidente del Gobierno compareció ayer para hacer balance de este 2013 que termina. Anunció que 2014 va a ser el año de la recuperación. Todas las previsiones apuntan a que, en efecto, la economía va a retomar la senda del crecimiento. La política de Rajoy ha contribuido decisivamente a despejar los riesgos de un rescate y ha removido  obstáculos, aunque todavía hay mucha tarea por hacer y el Ejecutivo debería seguir con las reformas. En dos cuestiones esenciales el presidente se mostró firme, lo que es de agradecer. Repitió que la consulta secesionista no se va a celebrar porque no se puede disponer de la soberanía nacional. Y defendió la reforma de la legislación para mejorar la tutela del derecho a la vida aprobada hace una semana. Como bien dijo, es una buena forma de aplicar lo que dijo el Tribunal Constitucional en el 85.En otras cuestiones el balance de Rajoy es más difícil de compartir. La ley de educación impulsada por el PP se ha quedado corta. La enseñanza es una cuestión decisiva y con el cambio que se ha hecho se ha desaprovechado una oportunidad. De igual modo las idas y venidas en política energética no son nada positivas. Rajoy revindicó su reforma de la Administración que tampoco ha sido suficiente. En todo caso el presidente del Gobierno debe comparecer más para explicar sus decisiones.