Un total de 175 personas fallecieron en España debido a un incendio el pasado año, 133 de ellas en fuegos producidos en hogares, datos que rompen la tendencia a la baja que se había registrado desde 2013 y sitúan el número de fallecidos en hogares en la peor cifra en una década.

Estos datos se desprenden del estudio anual de Víctimas de Incendio en España, presentado hoy en Madrid y llevado a cabo entre la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB).

El informe revela que el año pasado fue el que registró menos incendios de la década, con 122.828 actuaciones de bomberos por fuego, pero sin embargo se produjo un notable repunte del número de víctimas mortales, que pasó de 143 a 175 en un solo año, con un alza del 22,4 %.

Los incendios en los hogares aumentaron un 3,2 % el año pasado, con un total de 133 fallecidos por 110 en 2015, un 21 % más, los peores niveles de la última década.

 Así, 8 de cada 10 víctimas mortales por incendio se produjeron en viviendas, siendo los aparatos productores de calor (como braseros o calefactores) la principal causa del origen del fuego, seguidos de cigarrillos mal apagados y de electricidad.

En este sentido, y siguiendo el patrón de todos los años, los meses de frío del año -noviembre a febrero- computaron el mayor número de fallecimientos por incendio.

En el ámbito de los hogares, el salón fue la dependencia en la que se originó el mayor número de incendios, seguido del dormitorio y la cocina, y la intoxicación por gases fue la principal causa de muerte, seguido de quemaduras.

Además, la población más vulnerable a estos incendios en viviendas fueron las personas mayores de 65 años, que aunaron el 60 % de los fallecidos, o las personas con alguna discapacidad, el 50 % de las personas fallecidas.

Por esto, tanto desde la Fundación Mapfre como desde la APTB han incidido en la importancia de sistemas de prevención como los detectores de humos en las viviendas para lograr reducir estas cifras de "víctimas evitables".

 Así, han anunciado la distribución de más de 7.000 de estos aparatos detectores de humos -con precios que oscilan entre los 6 y 20 euros- entre hogares vulnerables.

También han recalcado que, a pesar de este aumento en el número de víctimas mortales por incendios, España sigue registrando una de los menores índices de mortalidad por incendio, con un ratio de 3,76 fallecidos por millón de habitantes.