Decepcionó la novillada de La Ventana del Puerto. Los pupilos del nuevo hierro de la familia capitaneada por Lorenzo Fraile echó tres novillos de procedencia Monte la Ermita y tres de 'aldeanuevas'. Pero a excepción del tercero, el resto resultó un conjunto vacío y ayuno de bravura. Sosos, distraídos. Un ir y venir de embestidas pajunas. Tampoco la terna que cerraba el último cartel novilleril de San Isidro estuvo para tirar cohetes. Demasiado conformismo y academicismo. Máxime cuando dos de ellos venían avalados por triunfos tan cercanos como el trofeo paseado por Juan de Castilla la semana pasada en este mismo ruedo y las dos orejas paseadas este mismo domingo en Sevilla por el peruano Joaquín Galdós. El único que mostró algo más de entrega fue Alejandro Marcos con su primero.Salió corretón y sin fijeza este colorado primero. Una condición que se acrecentó con una movilidad informal en los primeros compases de la faena. Se fue algo más lejos y cogió con algo de más clase la muleta por el pitón izquierdo. Por ahí firmó Alejandro Marcos la seria más firme de un trasteo en exceso movido. Al insistir por ese pitón, se quedó fuera y llegó una primera voltereta sin consecuencias. Más seria fue ya en el epílogo del trasteo. Cayó el salmantino sobre la cabeza y quedó conmocionado. Imposible mantenerse en pie con equilibrio. Se repuso a la puerta de la enfermería y volvió el chaval para dejar una gran estocada. Ni un pero a su actitud.En el cuarto hubo muchísima menos historia. El novillo salió soso y sin decir nada, y Alejandro Marcos, pese a realizar una faena larga, no llegó a sacar nada en claro.Joaquín Galdós llegaba este lunes a Madrid aún con los ecos de su triunfo este domingo en Sevilla. Dos orejas y ecos de buen toreo desde El Baratillo. No perdonó ningún quite a su primero. Firme y encajado el peruano tanto con el capote como después en la muleta. El brindis al cielo con Renatto Motta en la memoria. El de la Ventana tuvo poca fijeza en los engaños y escasa humillación. Pese a la voluntad de Joaquín, la faena no terminó de romper. Sin perder pasos el novillero, no hizo que el novillo acabase repitiendo con continuidad sus embestidas.El quinto fue un ejemplar de nula entrega co el que Galdós volvió a poner de manifiesto su oficio y conocimiento de la técnica. Lo que no gustó fue el feo y bajo espadazo con el que despenó al de la Ventana.El tercero pertenecía a la línea 'aldeanueva' de la Ventana y como tal fue alton de cruz. Este novillo sacó fondo de casta y buen son en el tercio de muleta. Juan de Castilla comenzó aprovechando la inercia de la embestida del astado para ligar varias tandas en redondo de ajustado y largo trazo. Pero todo cambió al echarse la muleta a la zurda. Ahí el novillo sorprendió al colombiano, le llegó a desbordar y todo fue a menos.Con la tarde ya en barrena, el sexto fue otro ejemplar que dijo muy poco. Tan poco como Juan de Castilla, que de nuevo acabó desinflándose a medida que lo hacía el ejemplar de La Ventana.

FICHA DEL FESTEJO

Madrid, lunes 23 de mayo de 2016. 18ª de Feria. Tres cuartos de plaza.

Novillos de La Ventana del Puerto, bien presentados aunque muy desiguales de remates y hechuras. Conjunto manso, descastado y soso. Destacó el encastado y menajable tercero, aplaudido en el arrastre.

Alejandro Marcos, vuelta tras aviso y silencio tras aviso.

Joaquín Galdós, silencio y silencio.

Juan de Castilla, silencio y silencio tras aviso.