Había una gran expectación en la tarde, el lleno de "no hay billetes" puesto en taquilla habla por sí solo. El ambiente era fantástico. La presencia de los toros de Victorino Martín es siempre garantía de éxito en Madrid, pero es que después del sonado triunfo en Sevilla, con el histórico indulto de "Cobradiezmos", la corrida de hoy tenía, si cabe, un plus de interés.Pero ya de antemano el cartel de toreros, tres viejos rockeros venidos a menos, no hacía presagiar nada bueno. Como así fue.El mal momento que atraviesan cada uno de ellos propició que la tarde se saldara en la más absoluta decepción, porque en la "victorinada", muy desigual de todo, hubo varios toros propicios, segundo y quinto, pero sus matadores no estuvieron a la altura para acabar de aprovecharlos.El primero de esos astados le correspondió a El Cid en su primer turno. Al sevillano, que ofreció un emotivo brindis a Victorino, padre, se le vio demasiado tensionado desde el primer momento, encogido y sin acople, sin acabar tampoco de asentarse en el albero ni de rematar los muletazos.Cierto es que hubo algunos pasajes estimables, pero al conjunto le sobraron tantas desigualdades del de Salteras, que, por enésima vez dejó escapar un toro con posibilidades en Madrid. Y ya son muchos.El otro toro de la tarde fue el quinto, segundo del lote de Miguel Abellán, con el que también anduvo con notables altibajos. Le faltó ajuste al madrileño y le sobraron tirones y "chicotazos". El toro tuvo codicia aún metiéndose un pelín por el derecho, y la faena, jaleada por el tendido en su tramo inicial, se fue diluyendo como una aspirina en un vaso de agua.Antes, en su incierto y complicado primero, anduvo dispuesto Abellán, aunque sin alcanzar mayores cotas. Igual que El Cid con el difícil y áspero sexto, que a punto estuvo de echarle mano hasta en dos ocasiones.Uceda Leal directamente no está ya para esto. Su actuación, a caballo entre la apatía y su propia inseguridad, fue una clara muestra de ello; y seguro que le va a pasar factura, porque Madrid, cansada de esperar a su eterna promesa, hoy acabó por sentenciarle.A su primero no lo quiso ni ver. Después de cuatro monerías con la muleta optó por tirar por la calle del medio. Qué falta de compromiso, como si le sobraran los contratos. La plaza, enfurecida, la tomó con él, y con razón.El cuarto fue un toro tan escurrido como apagado, con el que el madrileño, algo más centrado, sin embargo, no volvió a pasar de las apariencias.

FICHA DEL FESTEJO

Madrid, viernes 3 de julio de 2016. 29ª de Feria. Lleno de 'No hay billetes'

Toros de Victorino Martín, desiguales de presentación y juego. Destacó el quinto y, en parte también, el tercero. Al resto les faltaron fuelle y casta para acabar de romper, incluso con algunos ejemplares que acabaron desarrollando como segundo y sexto. El primero quedó sin ver por la falta de compromiso de su matador, que lo liquidó a las primeras de cambio.

Uceda Leal, bronca y silencio.

Miguel Abellán, silencio y silencio tras aviso.

Manuel Jesús "El Cid", ovación y silencio.