La pianista jiennense Marisa Montiel se retira y decide hacerlo dejándonos un bello testimonio de su arte. En este año en que se celebra el centenario del fallecimiento de Enrique Granados, ha grabado, como despedida, la más grande obra del compositor ilerdense: "Goyescas". Da una lección de saber hacer música española, más por lo lírico y elegante que por lo folklórico. No le faltaron maestros para alcanzar este dominio: además del mítico José Cubiles, fue alumna de Alicia de Larrocha, una referencia en lo que a música de Granados se refiere.Más volcada al lado poético de la obra -como también lo estuvo en su anterior disco, dedicado a la música de Chopin-, Marisa Montiel brilla con más intensidad en los remansos de "Goyescas", obra de tremenda exigencia técnica, en la que tiene que luchar con un piano de sonido no especialmente grato en los fortes. El registro -que incluye la página complementaria "El Pelele"- fue efectuado en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y aparece publicado -es su segundo título- en el recién nacido sello discográfico Nibius, especialmente dedicado al repertorio español. Muchas gracias a Marisa Montiel por toda una vida dedicada a la música de verdad, al margen de montajes comerciales y campañas de márketing.Alicia de Larrocha, además de maestra de Marisa Montiel y de muchos otros pianistas españoles que han seguido su defensa de nuestro repertorio musical, y además de la gran concertista de fama internacional que todos conocimos, fue también -y esto es muchísimo menos sabido- compositora en sus ratos libres. Esa faceta tan desconocida nos la descubre otra gran pianista española que lleva a cabo su carrera con gran discreción, al margen de campañas de imagen: la vasca Marta Zabaleta. Lo hace en un doble compacto del sello Columna Música titulado "Pecados de juventud", formado por una larga serie de miniaturas pianísticas, sabiamente escritas por la compositora amateur que fue de Larrocha, un ramillete de canciones que interpreta con la soprano Marta Matheu, una curiosa sonata en la que participa la violinista Ada Voronkova, alguna pieza a cuatro manos con Albert Guinovart y una bellísima romanza de aire schumaniano en que acompaña al violoncellista Peter Schmidt. El valioso libreto informa las piezas y ayuda a completar la semblanza de una inesperada Alicia de Larrocha compositora. Marta Zabaleta no sólo es la intérprete del disco, sino que, también, fue alumna de Alicia de Larrocha e, incluso, actualmente, su sucesora al frente de la Academia Marshall que fundará el mismísimo Enrique Granados. Con lo cual, el círculos se cierra.Citas concertísticas:Ahora que ha fallecido Nikolaus Harnoncourt, sólo quedan de la vieja guardia de los grandes pioneros del Barroco -británicos aparte- Ton Koopman y William Christie. El maestro norteamericano viene de visita a nuestro país. Y viene no con el repertorio francés, que le ha dado gloria y fama, sino con música de Mozart. Sólo tenía 18 años el compositor salzburgués cuando compuso "Il re Pastore", la ópera que lleva de gira por Europa la Orquesta Barroca La Scintilla de Zurich dirigida por Christie y con un reparto muy homogéneo en el que sólo desentona el nombre de Rolando Villazón, empeñado en ser tenor mozartiano con los restos de su otrora hermosa voz. Sólo se podrá escuchar, pues se da en versión de concierto, en la única parada que hacen en España, el domingo 13 en el Palau de la Música de Barcelona; la gira, que es muy selecta -con zeta- sólo hace parada, además, en Viena, Lucerna y París.Tampoco hay que perderse la visita, en este caso sólo a Madrid, de la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por su titular Vladimir Jurowski. En su primera actuación, el sábado 12, porque tocan música rusa con el pianista norteamericano Nicholas Angelich, y en la segunda, al día siguiente, porque darán la extensa, singular y fascinante Séptima Sinfonía de Mahler. Son actuaciones dentro de la temporada de Ibermúsica en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música..