A Monchi le cuesta un mundo someterse a las preguntas del periodismo sevillano, pero sus actuaciones en medios nacionales aparecen con más asiduidad. Quizá porque la distancia del periodista convierte la entrevista en un acto más cómodo. Con trece años a la espalda al frente de la dirección deportiva del club, Monchi atraviesa su momento más criticado después de acumular operaciones desastrosas en los dos últimos años. Con este panorama, confirma que pondrá su cargo a disposición del presidente a final de temporada si no se logran los objetivos: "En este mundo, el verbo dimitir se conjuga tan poco, que el hecho de que el director deportivo ponga su cargo a disposición del presidente, con cuatro años de contrato todavía por delante, creo que es un hecho reseñable". Pero, claro, una cosa es escenificar el acto de poner el puesto a disposición de los dirigentes sabiendo que no será aceptada y otra muy distinta es marcharse de verdad. No obstante, añade: “Si se ha retirado Alex Ferguson, yo que no le llego ni al tobillo, también me tendré que retirar algún día”. "El Sevilla es mi vida, el sentido de mi vida a día de hoy. Mi presente, mi pasado y esperemos el futuro", confiesa Monchi. El máximo responsable del área deportiva le cuesta ser autocrítico, pero desliza que el análisis interno les debe llevar a revisar muchas de las cosas que se están haciendo: "Habrá que sentarse también para analizar pormenorizadamente cómo se ha conseguido, porque está claro que no se han hecho las cosas bien".