La primera vez que José María Sanz utilizó esta fórmula, a modo de saludo, fue en un concierto del PSUC a finales de los '80, ahora da título al tema presentación de su último disco, 'Viento del este'.

La primera vez que José María Sanz utilizó esta fórmula, a modo de saludo, fue en un concierto del PSUC a finales de los '80, ahora da título al tema presentación de su último disco, 'Viento del este'.

Escucha la entrevista a Loquillo en 'La Tarde' con Expósito

Un album que ha presentado este pasado fin de semana ante 4.000 personas,  "salí a recuperar sensaciones pero salí en tromba, salimos al ataque" y cuyo concierto estrella será en Las Ventas el 24 de septiembre.

Un nuevo trabajo, hijo musical lleno de "ideas concretas porque se trata de hacer canciones y las canciones deben ser concretas" dice un Loquillo con los pies más en el suelo que nunca, un Loquillo que habla, si cabe, más alto y claro que nunca, "en este mundo no hay amigos , no soy abrazafarolas, tengo amistad con muy pocos, mantengo amistad con los músicos con los que empecé".

Se reconoce como empresa, "hay un equipo de 35 personas en la carretera y en cada ciudad donde damos concierto, en cada ciudad que vas hay personas trabajando, es una industria,  y en ese aspecto queda mucho que hacer, aún en este país" y critica el poco valor que damos al talento, al talento de los nuestros en España, "vamos desbordados de talento, pero no sabemos gestionarlo, como Robert de Niro en 'Una historia del Bronx', vamos  con el talento malgastado y es muy difícil de recuperar y no existe la conciencia colectiva de que España es un país de creadores; hay una manera de gestionar el talento, habría que hacerlo como en el baloncesto".

A sus 55 años tiene claro que quererse a uno mismo no es ser egocéntrico, "uno tiene que quererse porque si se quiere te respetas y respetas tu trabajo y el de los que te rodean, eso no hay que confundirlo con el ego, eso sí es peligroso. Pero yo el sarampión ya lo he pasado, lo pasé  a los 26-27 años, ahora ya lo he superado, pero  para levantarse hay que caerse y para caerse hay que moverse, que hay gente que no se mueve nunca".

Loquillo, salud y rock and roll