Tras la tarde triunfal de la Beneficencia, la plaza de Las Ventas regreso a la abulia del abono isidril. Suele pasar. Todo se hace más plúmbeo, las comparaciones son odiosas y los tendidos parecen sumidos en un letargo durante todo el festejo.Volvía el abono y volvíamos a ver anunciado un hierro de los llamados torista. Muy del gusto de Madrid. La corrida de Cuadri pareció también contagiarse del ambiente y aunque hubo toros con posibilidades, a la corrida le faltó finales. Quien más acusó esa resaca ambiental fue Rubén Pinar, que sin tocar pelo, dejó una magnífica impresión y la sensación de estar ante un torero más que recuperable por el sistema. El tercer toro de la tarde, hondo, embistió con buen son al capote de Rubén. En el caballo le dieron duro y pese a que después lo acusó un tanto, el de Cuadri tuvo un buen pitón izquierdo. Lo vio el albaceteño y por ahí surgieron los mejores muletazos de la primera mitad del festejo y a la postre, de toda la corrida. Asentado Pinar y muy seguro en todo lo que hizo. Limpieza en el trazo y largura en los muletazos. Se llegó a pedir tímidamente una oreja tras una certera estocada. La ovación recompensó cicateramente la apuesta de Pinar.Con el sexto volvió a demostrar el sitio adquirido y sacó agua de un pozo vacío de casta. Tuvieron mérito los derechazos que robó por ese pitón. Tarde de torero en sazón que se ha ganado una posible vuelta a Madrid en lo que resta de la temporada El primer toro de Cuadri fue de esos animales duros, de casta sorda pero exigente, sobre todo por el pitón derecho. Se desplazó con largura por este pitón aunque tendiendo a acabar su viaje con la gaita por arriba. Banderilleó Luis Miguel Encano con suficiencia antes de hilvanar una faena pulcra que ni arrancó ni terminó de romper. No se atrevió a cruzar la línea el madrileño y el trasteo murió en la orilla y el toro tras varios descabellos.En el cuarto la imagen de Encabo dejó mucho que desear. A la deriva, sin sitio y desbordado ante un toro deslucido pero que tampoco se comió a nadie. Y para rematar una aciaga tarde, de nuevo mitin con la espada y el descabello. Para reflexionar.Fernando Robleño sorteó en primer lugar un toro que no tuvo entrega en los primeros tercios y que llegó algo descompuesto al de muleta. Firme Fernando, intentando alargar una embestida que estuvo ayuna de clase. Al echarse la muleta a la zurda brotaron un par de naturales más templados y ajustados. Pero no abundó más el madrileño por este pitón. Un sablazo bajo acabó con el de Cuadri.Con el manejable quinto, Robleño volvió a sumar muchos pases. Pero la tarde había entrado ya en una cuesta abajo irrefrenable. Todo muy correcto, todo muy frío.

FICHA DEL FESTEJO

Madrid, jueves 2 de junio de 2016. 28ª de Feria. Dos tercios de plaza.

Toros de Cuadri, bien presentados, hondos, cuajados de kilos aunque de desiguales tipos. Corrida manejable en distintos grados. Destacó la nobleza de los tres primeros. De menores prestaciones fue la segunda mitad del encierro.

Luis Miguel Encabo, silencio tras aviso y pitos tras aviso.

Fernando Robleño, silencio y silencio.

Rubén Pinar, saludos y saludos tras aviso.