Tras el festejo de rejones de ayer, regresamos a la dura realidad de los festejos de lidia a pie que estamos viviendo en esta Feria: las cosas no están rodando bien y eso se nota y se palpa en el ambiente taurino. Es cierto que todavía quedan tres festejos pero mucho tiene que cambiar el panorama porque de momento, por desgracia, el abono no remonta. Y es que los tres primeros utreros de encaste Núñez dieron opciones de obtener algo tangible, unos más que otros, pero la falta de oficio o de pericia, o de ambas, de los novilleros actuantes impidió que se obtuviese un feliz resultado. Parece que nos ha mirado un tuerto…Así, Filiberto planteó una faena de altibajos que nunca llegó a alcanzar niveles de altos vuelos. El primer novillo que, como todos, fue arduo difícil torearlo con el capote, se vino arriba con la muleta y el de Calasparra no llegó a exprimirlo como debiese o como se esperaba de él. Es posible que empleando un toreo dando un poco más de distancia... Aunque nunca lo sabremos. Hubo alguna serie con la zurda de buen trazo aunque despegado, y poco más. No hubo ligazón. Mató de pinchazo soltando y media estocada. Con el cuarto, un novillo con el que faltó dominio y el viejo dicho de “estar en novillero”, su labor muletera nunca fue reseñable y mató tras estocada y cuatro descabellos. Una pena que un novillero que apuntaba tanto se encuentre en un momento con tantas dudas. Pero claro, si apenas torea… La pescadilla que se muerte la cola, ya saben. Pedro Jesús Merín no se había vestido de luces este año hasta hoy. Con ese dato ya pueden hacerse una idea de cómo transcurrió su tarde. El segundo de la tarde, un novillo que salía suelto de las telas, requería un mayor dominio o unas manos con mayor oficio, con las que quizás el asunto hubiese tenido otro cariz. Merín lo citó siempre en la cadera, algo acelerado, hubo toques de muleta, llegando a sufrir un revolcón aunque sin consecuencias. Mató tras metisaca, tres descabellos y tuvo que ser apuntillado al echarse el Núñez. Con el quinto, más de lo mismo. Muy desdibujado, nos quedamos con la sensación de que no sabía muy bien qué hacer en algunos momentos de la lidia. Mató de estocada tras una larga faena sinsentido.Por último, Diego Carretero mostró voluntad con el tercero de la tarde, un novillo menos claro que los dos primeros aunque daba la sensación de que se podía hacer faena con él al ser manejable en conjunto. Labor de poco contenido, con tandas muy cortas, lo mató de estocada trasera y un descabello y se le concedió una oreja de animosidad. Con el que cerraba plaza se vivieron diversos momentos de malestar en el ruedo que se transmitieron a los tendidos. Carretero no domeñó al novillo, hubo un desarme y varios toques de muleta, llegando a sufrir un percance, siendo volteando y posteriormente mostrando una evidente cojera. Se empeñó en matarlo y empleó un total de cinco pinchazos, una estocada atravesada y tres descabellos. Fue la tarde de los avisos: se dieron un total de ocho. Y cuando hay recados presidenciales, algo no marcha como debiera. Y con el abono está pasando tres cuartas partes de lo mismo. Una pena. Toca tiempo para la reflexión.

FICHA DEL FESTEJO

Albacete, lunes 14 de septiembre de 2015. 7ª de Feria. Más de media plaza.
 
Tres novillos de “El Cortijillo” (1º, 3º y 5º) y tres de “Lozano Hermanos” (2º, 4º y 6º). Correctos de presentación aunque cómodos de cabeza. 1º, encastado, bueno para la muleta; 2º, con opciones; 3º, manejable en conjunto. 4º, 5º y 6º, mansos, bajos de casta, venidos a menos. No cumplieron en la suerte de varas y varios se dolieron en banderillas.

Filiberto, saludos tras aviso y saludos tras dos avisos.

Pedro Jesús Merín, saludos tras dos avisos y saludos.

Diego Carretero, oreja tras aviso y silencio tras dos avisos.