Susana puso tierra de por medio y se fue de Toledo, donde vivía. Pero el padre apeló a la justicia y una juez de Talavera, Ana Belén Gómez Dorado, la misma que le condenó por maltrato, ha fallado a su favor obligando a Susana a entregar su custodia, sentencia que ha recurrido. "Mi hija está aterrorizada. No sale de casa, teme que él se la lleve. No merece esto. Si el Estado me ha fallado a mi, que esta vez no la falle a ella”. Susana recuerda cómo este hombre abusó de ella desde los 13 años. “Me dejó embarazada con 17 años y me dijo que tenía que abortar porque iba a tener un bastardo que le iba a arruinar la vida". Con el tiempo la situación empeoró. “Abusó de mi y presuntamente de mi hija durante varios años. Lo empezó a contar con 6 años pero le pasaba desde los 4 o 5”. En 2008 Susana decide abandonar Toledo e irse a Canarias. “No soportaba los malos tratos diarios delante de mi hija". Sin embargo la comenzó a buscar "a través de los juzgados" para reclamarle la custodia. "Ahí empezó mi calvario judicial y mi persecución del sistema, por el que me siento maltratada. En la sentencia me prohíben acercarme a ella salvo una hora al mes una zona vigilada”. Dadas las circunstancias, Susana recusó a la juez. “A raíz de esas denuncias la persecución judicial a la que estoy sometida es aberrante. Me tienen desgastada". Según cuenta, “la sentencia de la juez se basa en un falso síndrome de alineación parental que es inexistente y que el Consejo de Poder Judicial prohíbe utilizar”."Mi hija está aterrorizada"