Con 33 años, tras una exitosa carrera en EE.UU. como cardióloga y cuando se estaba convirtiendo en una reputada especialista mundial en su campo, a la mexicana Patricia Aubanel se le presenta la oportunidad de conocer a la Madre Teresa.En los micrófonos de 'Fin de Semana',  Aubanel ha contado la historia que la unió a la Madre Teresa, a la cual acompañó durante siete años hasta su muerte.La Madre Teresa se encontraba en Tijuana en una de sus casas cuando cae enferma. Por aquellos entonces ya estaba muy grave del corazón y nadie lo había percibido. La cardióloga ha narrado como recibió una llamada del obispo de Tijuana (México) pidiéndole ver "a una persona  muy importante” ya que “no se quedaría tranquilo si yo no la veía”.“¿De quién se trata? pregunté yo" y el obispo de Tijuana me dijo que de la Madre Teresa de Calcuta. Me aclaró que si no quería atenderla por ser quien era, porque era muy mayor o porque podía ser algo difícil para mí “lo comprendería”.Yo pensé “si esto lo hago por cualquiera, no tengo nada que pensar, lo haré encantada” ha aclarado la doctora. “Me encontré a una anciana en muy mal estado de salud y con dificultades respiratorias”. “Me permitió examinarla y me di cuenta de que su corazón fallaba, tenía arritmias, no oxigenaba correctamente...” Tenía que ir  a un hospital y se lo hice saber, a lo que respondió “si yo no necesito un hospital, ni un médico, tengo el mejor, siempre he tenido al mejor y siempre me he curado con oración”."Me dijo: la oración es mi mejor hospital"