Los primeros elementos de la investigación apuntan a que el incidente tuvo lugar tras una disputa con uno de los vigilantes del establecimiento. A falta de identificación oficial, la víctima mortal parece ser el hijo del dueño del bar. La policía encontró en el lugar de los hechos casquillos del calibre 7,62 que podrían corresponderse con fusiles de asalto kalashnikov. También se encontró munición de 9 milímetros de calibre. La policía judicial de Marsella está a cargo de la investigación.