Este es el motivo por el que Rusia ha congelado las adopciones de más de 700 familias españolas, muchas de ellas, padres y madres que ya conocen a sus hijos y que esperaban poder tenernos en casa en los próximos meses. Esta drástica medida solo se retirará cuando España y Rusia firmen un convenio bilateral que se negocia desde 2009. Mientras tanto, los futuros padres viven con angustia un conflicto político que puede truncar sus ilusiones. Luis Miguel García y Paula Arranz viven en el pueblo madrileño de Colmenar y esperan con impaciencia poder recibir en casa a su pequeño Fernando Denis que tiene dos añitos, a quien vieron por última vez el pasado mes de Junio. Escucha su historia.