Durante su alocución el Santo Padre ha elevado una plegaria de gratitud a Dios por la JMJ de Río de Janeiro, y ha agradecido las palabras tanto de Monseñor Orani Tempesta como del Cardenal Rylko. Una gratitud que ha hecho extensiva atodos los jóvenes que han estado estos días en Río y a los que ha garantizado que lo slleva en su corazón. Una vez más les ha recordado su compromiso misionero y les ha invitado a poner la mirada en María, nuestra Madre, de la que ha dicho que intercede por nosotros. Francisco ha destacado que, al rezar el Ángelus, recordamos el cambio de la historia, puesto que así Dios ha entrado de nuevo en nuestra vida y nos ha salvado. Por último ha pedido a María que nos ayude a llevar esta alegría a todos los familiares y a cuantos nos rodena porque ne eso consiste el anuncio del Evangelio. Francisco ha exhortado a todos los jóvenes en el seguimiento de Cristo, diciendoles que es lo que realmente merece la pena.