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Rubén Pinar paga con sangre su firmeza

Tarde seria de Rubén Pinar que resultó herido. Valor sin técnica de Lalemas y Serrano confirma sin brillo.

Momento de la cogida sufrida por Rubén Pinar este domingo en la monumental madrileña. LAS-VENTAS.COM

Momento de la cogida sufrida por Rubén Pinar este domingo en la monumental madrileña. LAS-VENTAS.COM

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Tiempo de lectura: 3'Actualizado 17 mar 2017

Se esperaba con interés como siempre la corrida del Conde de la Maza en Madrid en este cierre torista del mes de septiembre. Y decepcionó de principio a fin. Primero por no presentar un encierro completo. Sólo cuatro ejemplares pasaron el fielato veterinario. Después, porque los que saltaron al ruedo venteño resultaron una escalera de muy desiguales hechuras. Y para completar el cuadro, porque a excepción del noble primero, el resto resultaron muy bajos de raza. Todo muy difícil de defender. Enfrente estuvo una terna que se mostró digna con lo que hubo que lidiar. Pero por encima del conjunto, destacó el torero que llegaba a Madrid después de una doble puerta grande en Albacete. Rubén Pinar volvió a firmar una tarde seria en Las Ventas, de valor seco y oficio. Se protestó el primer toro de su lote por la manifiesta falta de fuerzas. Cogido con alfileres, el palco aguantó al toro. Tras la devolución de trastos, Rubén Pinar realizó una faena más que solvente. Intentó aplicar temple pero el animal tampoco tenía muchas ganas de embestir por su nulo fondo de casta. Muy por encima el torero de Tobarra. El cuarto, cortito, acochinado pero con la seriedad que dan dos pitones como alfileres. Toro manso que siempre repuso y acortó sus viajes. Trago amargo para Pinar después de la miel saboreada en Albacete. El manchego demostró eso sí su poso y oficio, tirando con pulso e intentó alargar las remisas embestidas del pupilo de Poli Maza. Con la faena tocando ya a su fin, el toro fue certero en un hachazo y volteó a Pinar. Se presintió que el pitón había calado y se confirmó cuando Rubén cojeó de forma ostensible. Se ovacionó al torero camino de la enfermería por su propio pie. Pinar pagó con sangre su valor. El castaño que hizo tercero hizo un intento de saltar al callejón. A punto estuvo. Después el animal se dejó mucho, a su altura, sin entrega aparente. Alberto Lamelas, curtido en mil batallas, planteó una faena de largo metraje. La calidad estuvo ausente, pero el afán y la voluntad por agradar en el jienense no pudieron ponerse en duda. La estocada cayó muy caída y la escasa petición de sus paisanos no pasó de eso. Se devolvió el primero de los dos toros de El Risco que iban a remendar la corrida del Conde de la Maza. En su lugar saltó un primer sobrero de El Cortijillo hecho cuesta arriba y ensillado. Sacó muy malas ideas el toro de los hermanos Lozano en el último tercio. Lamelas se enfrascó en un cuerpo a cuerpo contra la mansedumbre de su oponente. Valor sincero pero de muy escaso fondo técnico. Siempre a merced del toro, sufrio una voltereta y en más de una ocasión se escapó por los pelos de alguna más. El punto de mira con la espada volvió a estar muy caído. También hubo protestas a la vareada anatomía del primero del Conde. Estrechito de canal pero de seria y astifina arboladura. Derribó en el primer encuentro para después permitir un acompasado quite a la verónica del confirmante Sergio Serrano. El toro tuvo bondad y la cualidad de humillar en el primer tramo del muletazo. Después tendía a puntear los engaños. El albaceteño firmó una faena ayuna en temple y de escaso compromiso en los cites. Siempre perfilero y con la tendencia de echar para afuera la bonancible embestida del toro. Varios desarmes acabaron por desarmar el conjunto. Al final tampoco se lidió el segundo remiendo de El Risco al sucumbir a sus nulas fuerzas ya en el tercio de banderillas. El segundo sobrero lució el hierro portugués del Conde de Cabral, que apuntó buenas maneras en los primeros tercios pero también cogido con alfileres en su fortaleza. Esa falta de empuje y de raza hizo que el animal se viniese abajo muy rápido. Serrano, que manejó de nuevo con soltura el capote, volvió a mostrar su voluntad y valor.

FICHA DEL FESTEJO 

Madrid, domingo 25 de septiembre de 2016. Un cuarto de plaza.

Cuatro toros de Herederos del Excmo. Conde de la Maza, serios de cara pero muy desiguales de hechuras y remates. Conjunto bajo de raza y de escaso juego a excepción del manejable primero. Un sobrero de El Cortijillo, quinto bis, bien presentado y de juego manso y frenado. Otro sobrero del Conde de Cabral, sexto bis, correcto de presentación y a menos.

Rubén Pinar, silencio y ovación camino de la enfermería.

Alberto Lamelas, saludos tras aviso y saludos.

Sergio Serrano, que confirmaba, silencio y saludos.

Parte médico de Rubén Pinar: "Dos heridas por asta de toro, una en tercio inferior cara posterior muslo derecho (hueco poplíteo) con una trayectoria ascendente de 15 cm que contusiona nervio ciático común y arteria y vena poplítea causando destrozos en músculos isquiotibiales. Otra en tercio cara anterior pierna izquierda de 10 cm que afecta a tejido celular subcutáneo. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Trasladado al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico grave. Fdo:Dr García Padrós".

Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del ganadero salmantino Antonio Pérez-Tabernero, recientemente fallecido.

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