Osasuna ha perdido siete partidos en Pamplona, ha empatado tres y sólo ha ganado cinco. Las alegrías que se han llevado los aficionados rojillos se pueden contar con los dedos de la mano, pero también es verdad que los navarros tienen menos partidos jugados como local que otros conjuntos. Equipos como Almería, Granada, Málaga o Levante se han llevado la victoria de un Sadar que otrora fuera inexpugnable. Los últimos visitantes que restan en el Sadar son, casi en su totalidad, rivales directos por el descenso, como Valladolid, Celta o Betis, por lo que habrá que encender las alarmas en el vestuario de Osasuna. Los grandes han sufrido en su visita a Pamplona, pero los equipos de abajo han sumado mucho, así que es el momento de que los de Gracia cambien la dinámica local que arrastran.