El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Ricardo Blázquez, ha dicho en COPE que tras los nombramientos Monseñor Carlos Osoro como nuevo Arzobispo de Madrid y del Cardenal don Antonio Cañizares como nuevo obispo de Valencia que “juntos continuamos trabajando en la marcha de nuestra iglesia en España” y ha aprovechado a ambos por su nombramiento.

Preguntado en El Espejo por la muertes de cristianos en Irak que a manos de radicales y que este verano han centrado los focos de la información, Monseñor Blázquez cree que “es tremendo pensar que hermanos nuestros, ciudadanos de aquellos países desde mucho antes que otros movimientos y religiones surgieran ya estaban allí, haya intentos de erradicarlos de su tierra, de desplazarlos de una manera violenta”.

El también arzobispo de Valladolid ha tenido igualmente palabras de reconocimiento para los misioneros que dan su vida por los demás, especialmente en África, un continente azotado en la actualidad por un brote de ébole. Monseñor Blázquez ha querido “dar las gracias a tanto hermanos y hermanas nuestras en la fe que han ido a trabajar humanamente en la promoción de las personas, en su educación, a lugares realmente difíciles, muy complicados, donde la vida es enormemente escasa en todos los órdenes, y allí están”.

“Hemos conocido a través de Miguel Pajares lo que desde hace mucho tiempo vienen haciendo en estos lugares concretos”. “Es una interrogación profunda para todos nosotros: ¿Qué hacemos con África?”, se ha cuestionado el presidente de la Conferencia Espiscopal.  

Uno de los acontecimientos de este nuevo curso es la celebración del quinto centenario de Santa Teresa. Antes de referirse a esta figura en concreto, Monseñor Blázquez ha querido felicitar a “estas personas que en la historia de la Iglesia en España, al recordarlas, nos ayudan a comprender nuestro presente y mantener el trabajo y la esperanza de cara al futuro”.

En relación a Santa Teresa, Monseñor Blázquez ha rescatado una frase suya para que sirva como lema a este nuevo curso: “A tiempos recios, amigos fuertes de Dios”. “La mediocridad, la relajación, los miedos, las huidas, no responden nunca a los desafíos del presente. Tenemos muchos desafíos hoy, como los tuvieron en su tiempo Santa Teresa en aquella época”. Por lo que el arzobispo de Valladolidid ha pedido “profundizar en nuestra identidad como cristianos. Respondamos desde nuestras propias raíces”.

Otro de los desafíos que de la Iglesia para este curso es el Sínodo de la Familia convocado por el Papa Francisco de cara al mes de octubre de 2015: “Fue un acierto del Papa convocar esas asambleas. El matrimonio y la familia han sido en los últimos tiempos, y además en pocos decenios, el blanco de mil tormentas que se han desencadenado frente a esta institución que es fundamental”.

“Da la impresión de que el matrimonio está en un proceso de desinstitucionalización, como si estuviera encomendado a la decisión personal de cada uno de los varones y las mujeres. No podemos llamar matrimonio a cualquier tipo de convivencia estable. Cada vez estoy más convencido de que forma parte de la institución del matrimonio el que sea una unión de barón y de mujer por amor para la mutua complementariedad de los esposos para la transmisión de la vida y para la educación de la vida. Tenemos que pararnos a pensar cuando la interrogación sobre esta institución se apodera de nosotros. Perderíamos un pilar en el cual la sociedad y la Iglesia se sostienen”, ha advertido el presidente de la Conferencia Episcopal Española.

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