Son las turistas sin visera pero con tentáculos que más acuden a las orillas de la costa mediterránea. Algunas son pacíficas, pero otras se molestan con facilidad por el chapoteo del ser humano provocando unas picaduras la mar de incómodas.

La temperatura del mar y la tendencia ácida que ha adquirido últimamente, hace más atractivo para las medusas el Mediterráneo. Por lo que puestos a convivir, resulta últil tomar precauciones antes del baño.

El investigador Josep Mª Gili, lleva estudiando a estas viscosas huéspedes cerca de 40 años. En La Mañana aconseja "embadurnarse de crema solar, porque crea una película en la piel que dentro del agua hace que los tentáculos de la medusa no detecte un cambio brusco de temperatura y evita la picadura".


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