"Con el congreso del PP le crecen a Rajoy los enanos o veteranos"Nos encontramos en plena subida de la cuesta de enero y hay que reconocer que hay personajes de la política española que nos la hacen más llevadera y otros que nos la hacen más cuesta arriba. Pero vamos a empezar por los primeros, porque nos gusta empezar por lo bueno y acabar por lo mejor, que es la ensalada de tiros pura y dura. El bueno: Alberto Ruiz-GallardónLa política no se deja nunca. Como mucho te deja ella a ti, que es lo que le pasó a Gallardón cuando su jefe Rajoy se negó a convalidar la reforma de la ley del aborto que su ministro de Justicia había preparado. Aquel abandono motivó la dimisión de Gallardón hace algo más de dos años y su solemne renuncia a la actividad política. Pero he aquí que esta semana ha reaparecido junto a Aznar y otros aznaristas en un foro de FAES donde el que fuera verso suelto progresista del PP ha entonado el mea culpa por haber escondido los principios para ganar votos. Según se acerca el congreso del PP, le crecen a Rajoy los enanos o los veteranos que quieren reabrir el debate ideológico en un partido que a su juicio está traicionando su identidad política.Es verdad que la trayectoria política de Gallardón dibuja un curioso zigzag: de chico predilecto de Fraga a amigo progre de Polanco y de nuevo, al final de su trayectoria política (de momento), defensor del derecho a la vida como ministro de Justicia. Así que podríamos decir que Gallardón ha trazado una deriva circular, de la derecha a la derecha pasando por el progresismo, pero hay que reconocerle que si alguien puede dar lecciones a Rajoy de discurso fuerte, reivindicación del ideario conservador y compromiso final con los principios es Gallardón, porque dimitió por principios cuando le habría resultado sencillo envainarse la reforma y seguir a bien con el jefe. Todo esto quiere decir que algo se está moviendo en algunos sectores de la derecha española hartos de la liquidez marianista, sectores que cuentan con figuras capaces de hacerse oír y que don Mariano haría bien en tomar nota de quien le reclama mayor definición ideológica, como ha pasado con Fillon en Francia.El feo: Juez De la MataHay un escrúpulo todavía en este país a la hora de enjuiciar las decisiones de los propios jueces. Pero uno no acaba de entender el argumento con que el juez De la Mata desestima la petición de cárcel preventiva que ha cursado la Fiscalía contra Oleguer Pujol. Sobre todo porque el propio juez reconoce en él que el benjamín de los Pujol ha seguido blanqueando dinero desde que fue procesado hace más de dos años. Su argumento es que la Fiscalía no había pedido hasta la fecha medidas cautelares y que parece incoherente pedirlas ahora, solo porque haya otro fiscal en el cargo que quiera mostrarse más duro con el clan siciliano que operaba en Cataluña desde la Transición.La verdad es que cuesta entender este escrúpulo procesal que se observa con los Pujol mientras otros como Granados llevan años en la cárcel bajo pretexto preventivo sin haber sido juzgados todavía. Parece ser que aquí tenemos jueces de puñeta ancha, como Garzón, y jueces de un garantismo versallesco, como De la Mata, sin que quepa un saludable término medio que ni se rinda a los apetitos justicieros de la plebe ni se pase de escrupuloso con ciertos delincuentes fiscales bastante acreditados. El riesgo aquí es que acabemos pensando que Pujol es un apellido profiláctico, ante el que la justicia retrocede como los vampiros ante el agua bendita. Y no es agua bendita lo que había en las sacas que llevaban y traían de Andorra los Pujol.El malo: Fernando Blanco, padre de NadiaPues esta semana tenemos un malo realmente escalofriante, porque uno ya no sabe qué adjetivo reservar para el padre de Nadia, Fernando Blanco, a quien la policía le ha descubierto fotos de contenido sexual en las que aparece su propia hija. El juez que lleva el caso, suponemos que con máscara y pinzas en la nariz, acaba de abrir otra causa por explotación sexual de la pequeña, que recordemos padece una grave enfermedad, y que no solo se convirtió en un cebo humanitario para financiar el tren de vida de sus padres sino que ahora parece que encima fue sometida a vejaciones sexuales.Es difícil explicarse como unos padres pueden llegar a desnaturalizarse hasta estos extremos de indignidad y miseria. Pero así es la condición humana y en la mano de los periodistas no está el cambiarla, sino la tarea de contrastar a fondo al próximo Fernando Blanco que se presente ante los medios para hacer caja con el pretexto de la causa más bondadosa. Que no se olvide la lección de Nadia para los medios, y que caiga sobre sus padres todo el peso de la ley.Escucha a El bueno, El feo y El malo de Jorge Bustos, en La Linterna