La ONG señaló que entre las víctimas hay civiles, entre ellos menores, y efectivos del régimen, y que los yihadistas han hecho prisioneras a unas 600 personas. Entre los fallecidos, hay 67 civiles, de los que catorce eran menores de edad y cinco eran enfermeras, que perdieron la vida a manos del EI en las localidades de Al Sujna y Al Ameriya, y cerca de unas viviendas de oficiales del Ejército en Palmira, acusados de colaborar y esconder a miembros del régimen en sus casas. Además, hay 150 miembros de las tropas gubernamentales, milicianos e integrantes de comités populares asesinados por el EI, que decapitó a la mayoría. Ayer, la televisión siria, que citó fuentes locales, apuntó que el EI había degollado a al menos 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en Palmira, desde que tomó su control el pasado miércoles. Los extremistas lanzaron una ofensiva contra el este de Homs el pasado día 13 y se han hecho con el dominio de amplias zonas de la misma. El EI proclamó un califato en Siria e Irak a finales de junio de 2014.