KON-TIKI **** (7,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Joachim Rønning y Espen Sandberg. Intérpretes: Pål Sverre Valheim Hagen, Anders Baasmo Christiansen, Gustaf Skarsgård, Odd Magnus Williamson, Tobias Santelmann, Jakob Oftebro, Agnes Kittelsen. Guion: Petter Skavlan. Noruega-Reino Unido-Dinamarca-Alemania. 2012. Aventuras. 118 min. Jóvenes.

Amigos desde la infancia, los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg dirigieron varias películas caseras hasta que, en 1992, marcharon a Suecia e ingresaron en la Stockholm Film School, donde se graduaron en 1994. Durante su servicio militar obligatorio dirigieron varias películas de propaganda para la Royal Norwegian Army. En 1995, fundaron en Oslo su propia compañía cinematográfica, denominada Roenberg por la unión de sus respectivos apellidos. Con ella dirigieron el corto “Dag 1” así como numerosos spots publicitarios y videoclips, nacionales e internacionales, muchos de ellos premiados. En 2002, se unieron al también director Harald Zwart, y fundaron Motion Blur, una de las más prestigiosas productoras audiovisuales de Escandinavia. Para ella, Rønning dirigió en solitario en 2007 el corto “Kubisten”, y ambos dirigieron los largometrajes de ficción “Bandidas” (2006) y “Max Manus” (2008). Ahora consolidan su trayectoria con “Kon-Tiki”, nominada al Oscar 2012 y al Globo de Oro 2012 a la mejor película en habla no inglesa, y un auténtico fenómeno en Noruega, donde la han visto 900.000 espectadores sobre un total de cinco millones de habitantes. Para su realización, contaron con 16.2 millones de dólares, el mayor presupuesto que ha tenido nunca una película noruega.

En 1947, el mundo se sorprendió con el entusiasmo del joven antropólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl (Pål Sverre Valheim Hagen), que emprendió una expedición asombrosa y peligrosa: un viaje de 8.000 kilómetros a través del océano Pacífico a bordo de la balsa Kon-Tiki. Sus investigaciones durante 1937 en las Islas Marquesas —en concreto, en Fatu Hiva— con su esposa Liv (Agnes Kittelsen) le hicieron llegar a la conclusión de que la Polinesia había sido colonizada por los habitantes de América del Sur, llegando desde el Este. Contra todas las opiniones de los expertos, Thor decidió probar su teoría, realizando él mismo el legendario viaje. Después de reproducir el diseño de la balsa original, Thor y cinco amigos aventureros iniciaron el viaje desde Perú, teniendo que sobrevivir a las tormentas, los tiburones y todos los peligros inimaginables que el océano les tenía reservados. La gesta de la Kon-Tiki marcó una generación que vivió a través de los ojos de Thor Heyerdahl una de las aventuras más emocionantes del siglo XX. Un viaje que el mismo protagonista rodó y presentó en un documental que ganó el Oscar en 1952.

Aunque la película se centra en la travesía por el Pacífico de la Kon-Tiki, también esboza la infancia de Thor Heyerdahl —donde ya mostró su tozudez y curiosidad—, sus investigaciones previas, sus estancias en Nueva York para encontrar financiadores de su proyecto —al final, un vendedor de neveras fue su principal apoyo— y el reclutamiento de la tripulación. Con todo ello, Rønning y Sandberg esbozan el atractivo retrato humano de un visionario idealista, que a veces descuidó la atención a su familia o el buen trato con sus variopintos compañeros de viaje, pero que afrontó retos muy por encima de sus posibilidades con un elogiable sentido del sacrificio y sin dejarse llevar por las tentaciones del poder, el dinero o la fama. Esta perspectiva dota de hondura dramática y moral a la sucesión de peripecias marítimas, todas ellas rodadas con vigor y belleza —la fotografía de Geir Hartly Andreassen es espléndida—, y muy bien acompañadas por la sugestiva partitura de Johan Söderqvist, entre épica y romántica. Además, sus secuencias de tensa espectacularidad —la tormenta, el ataque de los tiburones, la aparición de la ballena, el salto final del arrecife de coral…— resultan siempre realistas, sin la artificiosa aparatosidad de algunas superproducciones de Hollywood. Cabe reprocharle, eso sí, alguna que otra caída de intensidad, un par de detalles de exhibicionismo naturalista y una llamativa ausencia de cualquier referencia trascendente. En todo caso, queda una película notable, para un público amplio y que muestra las amplias posibilidades temáticas del cine europeo. J. J. M.



2 GUNS *** (6)

FICHA TÉCNICA.- Director: Baltasar Kormákur. Intérpretes: Denzel Washington, Mark Wahlberg, Paula Patton, Bill Paxton, Edward James Olmos, James Marsden, Fred Ward. Guion: Blake Masters, basado en el cómic de Steven Grant. EE.UU. 2013. Thriller. 109 min. Jóvenes-adultos.

Desde hace un año, el agente de la DEA Robert “Bobby” Trench (Denzel Washington) y el oficial naval de inteligencia Michael “Stig” Stigman (Mark Wahlberg) trabajan como infiltrados en la organización mafiosa de Papi Greco (Edward James Olmos), un poderoso y cruel narcotraficante mexicano. Ninguno de ellos sabe que el otro es un agente federal encubierto, así que cada uno desconfía del otro como si fuera un criminal. Las cosas se les complican cuando atracan un pequeño banco cerca de la frontera con México. Ellos querían debilitar la organización de Greco, pero dentro de la sucursal encuentran nada menos que 43 millones de dólares. Así que les perseguirán a muerte y sin cuartel sus superiores, los narcos y numerosos agentes de la CIA, liderados por el implacable Earl (Bill Paxton).

Tras consolidarse en Hollywood con “Contraband”, el islandés Baltasar Kormákur (“101 Reikiavik”, “Verdades ocultas”) da continuidad a su carrera con “2 Guns”, un violento y entretenido thriller policial, inspirado en los cómics de Steven Grant. Esta buddy movie rompe un poco las convenciones del género con su original planteamiento inicial, y aúna acción, intriga y comedia a buen ritmo y de un modo espectacular, con el cine de Quentin Tarantino como punto de referencia. Es una lástima que el tono del filme sea demasiado hiperrealista, lo que se traduce en un tratamiento explícito de la violencia y el sexo, tanto verbal como visual. Este defecto limita el público del filme e impide disfrutar plenamente con la desatada vis cómica que despliegan Denzel Washington y Mark Wahlberg, sin duda lo mejor de 2 Guns. J. J. M.



LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI * (3,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Álex de la Iglesia. Intérpretes: Hugo Silva, Mario Casas, Carmen Maura, Terele Pávez, Carolina Bang, Secun de la Rosa, Pepón Nieto, Macarena Gómez, Javier Botet, Carlos Areces, Enrique Villén, María Barranco, Santiago Segura. Guion: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría. España. 2013. Comedia. 112 min. Adultos.

Vestidos de estatuas humanas, un grupo de hombres desesperados atracan una tienda de “Compro oro” en la madrileña Puerta del Sol. Pero las desgracias marcan tanto el robo como la huida. José (Hugo Silva), un divorciado quemado con su ex mujer, debe llevarse al atraco a su hijo Sergio (Gabriel Delgado), de ocho años. Otro atracador, el rudo Tony (Mario Casas), pierde el coche de escape porque su mujer se lo lleva para hacer la compra. Así que huyen con su botín de 25.000 anillos en el taxi que conduce Manuel (Jaime Ordóñez) —otra víctima de una situación conyugal insatisfactoria— y que ocupa un pobre hombre que iba a Badajoz. Perseguidos de cerca por la policía, intentan llegar a Francia, pero se pierden en los bosques impenetrables cercanos a la localidad navarra de Zugarramurdi, en cuya famosa cueva se celebraron, según la leyenda, los primeros akelarres y sorgiñas de la historia. Como era de esperar, los patéticos fugitivos caerán en las garras de una horda de crueles brujas antropófagas, lideradas por Graciana Barrenetxea (Carmen Maura) y Maritxu (Terele Pávez).

En el impactante y divertido arranque de esta película, Álex de la Iglesia (“El día de la bestia”, “La comunidad”, “La chispa de la vida”) confirma su dominio de la puesta en escena, el tempo narrativo y la dirección de actores, creando una tensa atmósfera de intriga, que luego transforma en una hilarante comedia de acción. Pero, después, el tono zafio, irreverente y esperpéntico ya esbozado en ese arranque se le va de las manos al cineasta bilbaíno, y degenera en Zugarramurdi en un indigesto desparrame pagano-demoníaco-brujeril, con una imparable progresión hacia el caos narrativo y visual, y hacia un irritante histrionismo. Todo ello, sin entrar en la más que discutible presencia de un niño en tan gamberro desmadre, ni en el tono misógino de numerosos diálogos y chistes del filme. J. J. M.

UN HOMBRE SOLITARIO (Solitary Man) *** (6)

FICHA TÉCNICA.- Directores: Brian Koppelman y David Levien. Intérpretes: Michael Douglas, Susan Sarandon, Jesse Eisenberg, Mary-Louise Parker, Danny DeVito, Imogen Poots, Jenna Fischer, Richard Schiff. Guion: Brian Koppelman. EE.UU. 2009. Drama. 90 min. Adultos.

Tomando como modelo “A propósito de Henry” (1991), de Mike Nichols, numerosas películas de las últimas tres décadas, sobre todo de Hollywood, han criticado abiertamente el modelo yuppie de triunfo a cualquier precio, caracterizado por un individualismo feroz y un hedonismo enfermizo. Michael Douglas ha interpretado ese patético tipo humano al menos en “Wall Street” (1987) y “Wall Street. El dinero nunca duerme” (2010), ambas de Oliver Stone, y en “Instinto básico” (1992), de Paul Verhoeven. Ahora vuelve a encarnarlo en “Un hombre solitario”, intenso drama con el que los guionistas Brian Koppelman y David Levie dan continuidad a su carrera como directores tras la pasable “Ajuste de cuentas”.

El neoyorquino Ben Kalmen (Michael Douglas), ex dueño de una popular cadena de concesionarios, se niega a asumir que ya ha cumplido sesenta años. Hace seis, el médico le detectó un problema cardiaco grave, pero él no quiso hacerse las pruebas, se divorció de su esposa Nancy (Susan Sarandon), se alejó de la hija de ambos, Susan (Jenna Fischer), y se dedicó a seducir a mujeres y jovencitas, darse la buena vida y hacer trapicheos financieros, que le llevaron al borde de la cárcel. Ahora está con Jordan (Mary-Louise Parker), hija de un magnate de la industria automovilística, que intenta ayudarle. Sin embargo, Ben sigue tomando decisiones equivocadas, como acompañar a la hija de Jordan, Allyson (Imogen Poots), a la Universidad de Boston donde él mismo estudió. Allí, su carrera profesional y su vida personal se irán derrumbando de forma acelerada e imparable.

Una buena parte de esta película resulta incómoda y desagradable, pues muestra de un modo descarnado y un tanto ambiguo el amoral estilo de vida del protagonista y sus reiterativas andanzas sexuales, alguna cercana al incesto. Pero, en su recta final, el guion afina su punto de mira ético, machaca al penoso Ben y acaba proponiendo un certero elogio del dominio de sí, la madurez afectiva, la familia y la amistad. Todo esto implica al espectador gracias a las sólidas interpretaciones de todo el reparto, especialmente de Michael Douglas, que vuelve a bordar su arquetipo. Menos elogios merece el guion —un tanto episódico, esquemático y abrupto en sus elipsis—, así como la puesta en escena, más bien rutinaria y convencional. En todo caso, tiene interés esta nueva constatación de las raíces morales de la crisis económica y social que ahora sufren las sociedades occidentales. J. J. M.

LA ESPUMA DE LOS DÍAS (L’écume des tours) ** (5,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Michel Gondry. Intérpretes: Audrey Tautou, Romain Duris, Gad Elmaleh, Omar Sy, Aïssa Maïga, Charlotte Lebon, Sacha Bourdo. Guion: Michel Gondry y Luc Bossi, basado en la novela de Boris Vian. Francia-Bélgica. 2013. Tragicomedia fantástica. 125 min. Jóvenes-adultos.

En un París de fantasía vive Colin (Romain Duris), un excéntrico e idealista ricachón, que se casa con Chloé (Audrey Tautou), una joven vitalista, que parece la personificación de la letra de la canción “Mood Indigo”, de Duke Ellington. El idílico matrimonio sufre un revés cuando Chloé cae enferma por un nenúfar que empieza a crecer en su corazón. Para pagar sus facturas médicas, Colin deberá emprender una serie de trabajos, a cuál más rocambolesco. Mientras tanto, su inseparable amigo Chick (Gad Elmaleh) tiene problemas económicos que le impiden casarse con su nueva novia, Alise (Aïssa Maïga), y su cocinero, Nicolás (Omar Sy), también conoce a la mujer de su vida, Isis (Charlotte Lebon).

Después de “The Green Hornet” —su fallida incursión en el cine de superhéroes—, el peculiar cineasta francés Michel Gondry (“¡Olvídate de mí!”, “Rebobine, por favor”, “La ciencia del sueño”) adapta la famosa novela “La espuma de los días”, que su compatriota Boris Vian escribió en 1947. Fiel al desbordado surrealismo de la obra original, la película ofrece una ambientación enormemente imaginativa, resuelta con brillantes efectos visuales —el pianocktail, el ratón mayordomo o el paseo aéreo por París son geniales— y bien acompañada por la variada partitura de Etienne Charry, que se completa con una generosa selección de temas de jazz. Por su parte, todos los actores asumen las rarezas de sus personajes y las desarrollan a través de un asumido histrionismo más o menos eficaz.

El problema es que este despliegue formal está al servicio de una trama confusa, enrevesada y más bien pesimista respecto a la naturaleza humana, lo que debilita su crítica a la estandarización del trabajo y su exaltación del amor frente a la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. También chirrían sus parciales críticas a la Iglesia católica, a la que acusa de clasista y avariciosa. Queda así un filme muy desequilibrado, con un desbordante despliegue visual y sonoro —a veces, excesivo—, y una fría vacuidad interior. J. J. M.



LAS MANOS DE MI MADRE (Amaren eskuak) *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Directora: Mireia Gabilondo. Intérpretes: Ainara Gurrutxaga, Amaia Mitxelena, Vicky Peña, Mark Schardan, Mikel Tello, Maialen Vega, Naiara Arnedo, Loli Astoreka, Aitor Beltrán, Laia Bernués, Iñaki Font. Guion: Josu Bilbao, basado en la novela de Karmele Jaio. España. 2013. Drama. 90 min. Jóvenes.

Nerea (Ainara Gurrutxaga) es una joven madre de familia, redactora del diario “Gara”, ex-novia de un etarra, cuya vida se tambalea cuando hospitalizan a su madre, Luisa (Maialen Vega), por demencia. A su sentimiento de culpa por no haber reaccionado ante los primeros síntomas que aparecieron, se suma su dificultad de combinar el trabajo con el cuidado de su madre y la atención a su marido y a su demandante hija pequeña. Nerea está a punto de sucumbir hasta que llega de Alemania su tía Dolores (Loli Astoreka) para echarle una mano.

Pequeña producción rodada en vascuence, pero valiosa por el limpio afinado de su propuesta. Aunque sabe a poco en cuanto a oportunidades desaprovechadas, la película de la guipuzcoana Mireia Gabilondo (“Kutsidazu bidea, Isabel”) intenta una honesta aproximación a las relaciones familiares, sobre todo las materno-filiales, a la vez que propone una reflexión sobre las heridas abiertas del pasado, la impronta del primer amor, el vértigo de la vida adulta y el peso de la responsabilidad. Con el telón de fondo del Alzheimer, el guion de Josu Bilbao, basado en la novela de Karmele Jaio, lanza una mirada esperanzada sobre el valor de la familia, y en general sobre la condición humana, afirmando que la última palabra no la tiene ni la enfermedad física, ni el pasado irresuelto, ni la propias limitaciones, sino que el amor es una energía capaz de abrir boquete en cualquier callejón sin salida. Interpretada por actores casi todos desconocidos, la película está filmada con corrección, sin ínfulas de autor, con la emoción medida y un clasicismo que beneficia al resultado final. J. O.



VIAJE A SURTSEY ** (4,5)

FICHA TÉCNICA.- Directores y guionistas: Javier Asenjo y Miguel Ángel Pérez. Intérpretes: Raúl Fernández de Pablo, Lucas Fuica, Elisa Drabben, Lucas Utray. España. 2012. Drama. 98 min. Jóvenes-adultos.

Iñaki (Lucas Fuica) y Mateo (Raúl Fernández de Pablo) son dos amigos de toda la vida, ya en la cuarentena y aficionados a la montaña. El tiempo ha pasado y cada uno ha tirado por su lado. Los dos se casaron y tuvieron hijos pronto, pero mientras que Iñaki ha prosperado, la vida de Mateo es un rotundo fracaso, en gran medida porque nunca ha madurado. Después de mucho tiempo sin verse, deciden recordar viejos tiempos y pasar un largo fin de semana en Pirineos, esta vez junto a sus hijos quinceañeros: la caprichosa Irene (Elisa Drabben) y el complejo Bruno (Lucas Utray).

Los españoles Miguel Ángel Pérez y Javier Asenjo debutan como directores y guionistas con este bienintencionado drama familiar que intenta mostrar las carencias interiores de los personajes y su necesidad de asumir sus respectivas responsabilidades. Se agradece este esfuerzo de fondo, la sugerente banda sonora de Aaron Thomas y los bellos paisajes pirenaicos que muestra el filme. Pero pesan como una losa su carencia de medios, su plana puesta en escena, su mediocre fotografía, algún detalle zafio y sus limitadísimas interpretaciones, casi amateurs. J. J. M.
 
EL SÍMBOLO Y EL CUATE *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Francesc Relea. Fotografía: Carlos Carcas y Carles Mestres. Música: Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. España. 2013. Documental. 83 min. Jóvenes.

El catalán Francesc Relea se ha ganado un merecido prestigio, primero por sus trabajos para “El Periódico de Cataluña” y, después, como miembro del equipo funcional del programa “30 Minuts”, de Televisió de Catalunya - TV3, para el que fue reportero en diferentes puntos de África, Oriente Próximo y América Latina. Más tarde, entre 1998 y 2011, fue corresponsal del diario “El País” sucesivamente en América del Sur, México y Centroamérica, y Portugal. Entre su reportajes y documentales televisivos más celebrados se encuentran “La petjada dels criminals” (1996), “Nicaragua: deu anys de divisió” (1990), “Sendero Luminoso: la revolta al Perú” (1986), “París-Dakar: un negoci per a Àfrica?” (1987) y “Garbo, l’espia que va enganyar Hitler” (1984). Ahora da el salto a la pantalla grande con el largometraje documental “El símbolo y el cuate”, un emotivo recorrido por las íntimas relaciones con América Latina de los cantautores españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Concretamente, la película hilvana valioso material de archivo con actuaciones, reuniones y entrevistas realizadas durante la gira de nueve meses que ambos realizaron en 2012 por México, Argentina, Perú, Chile y Uruguay, con el título de “Dos pájaros contraatacan”.

Lo del símbolo y el cuate proviene del veterano periodista mexicano Ricardo Rocha, amigo de ambos cantantes: “Serrat —afirma— es el símbolo vivo, aquel que llegó a México en 1968, un soñador de pelos largos. Sabina es nosotros mismos, nuestro amigo, nuestro cuate”. Por eso, la película no sólo muestra la entrañable complicidad entre Serrat y Sabina —con personalidades muy distintas—, y su vitalista proceso creativo, sino que documenta el importante papel que sus figuras y canciones tuvieron en los años 70 y 80 como inspiradoras de toda una generación que sufrió férreas dictaduras militares, sobre todo en Argentina y Chile. Relea sintetiza sus 90 horas de grabación sin demasiados alardes formales, pero con rigor y fluidez, compensando constantemente el cierto tono discursivo de sus pasajes más ideológicos —en general, ponderados— con generosos fragmentos musicales —esa preciosa versión salsera de “Mediterráneo” o la pegadiza “Hoy por ti, mañana por mí…”— y vigorosas pinceladas sobre las íntimas motivaciones de Serrat y Sabina. En este sentido, brillan con luz propia el relato de la lucha de Serrat contra el cáncer —durante una emotiva actuación del dúo en un hospital oncológico argentino— y el sencillo reconocimiento de Sabina de su innata falta de autocontrol —fuma y bebe como un carretero— y de la decisiva ayuda que recibe de su esposa. El broche lo pone la impresionante actuación final de la gira en La Bombonera, el mítico estadio bonaerense. J. J. M.