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Críticas de los estrenos de cine del 11 de octubre

Análisis de los estrenos de cine de esta semana: Jerónimo José Martín comenta “Prisioneros”, “El mayordomo”, “Pie de página”, “El médico alemán”, “The Bling Ring”, “Caníbal”, “Mujer Conejo” y “Metallica: Through the Never”.

Prisioneros

Prisioneros

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Tiempo de lectura: 13'Actualizado 26 may 2017

PRISIONEROS (Prisoners) **** (8)

FICHA TÉCNICA.- Director: Denis Villeneuve. Intérpretes: Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Paul Dano, Melissa Leo, Viola Davis, Maria Bello, Terrence Howard. Guion: Aaron Guzikowski. EE.UU. 2013. Thriller. 146 min. Jóvenes-adultos.

Keller Dover (Hugh Jackman) es un cívico y cristiano carpintero que vive en una pequeña localidad del profundo Sur de Estados Unidos. Un día de Acción de Gracias, él y su esposa Grace (Maria Bello) se enfrentan a la peor pesadilla de unos padres: Anna (Erin Gerasimovich), su hija de seis años, desaparece junto a su amiga Joy (Kyla Drew Simmons), hija pequeña de sus vecinos afroamericanos Nancy (Viola Davis) y Franklin (Terrence Howard). A medida que los minutos se convierten en horas, les va invadiendo el pánico a todos. La única pista la da Dylan (Ralph Dover), el hijo adolescente de Keller: una destartalada autocaravana que estuvo aparcada anteriormente en su calle. Encabeza la investigación el detective Loki (Jake Gyllenhaal), que detiene al conductor de la autocaravana, el fronterizo Alex Jones (Paul Dano). Pero la falta de pruebas le obliga a devolverle la libertad. Aunque la policía sigue múltiples pistas, la presión va en aumento sobre los padres. El desesperado Dover decide entonces ocuparse personalmente del asunto.

Tras el éxito internacional de “Incendies”, el cineasta canadiense Denis Villeneuve (“Maelström”, “Polytechnique”, “Enemy”) debuta en Hollywood con “Prisioneros”, un claustrofóbico thriller policíaco en el que enfrenta a Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, metidos hasta los tuétanos en sus antagónicos personajes y muy bien secundados por el resto del excelente reparto. El guion de Aaron Guzikowski (“Contraband”) perfila al detalle las muchas aristas dramáticas de los dos protagonistas —no tanto, las de los demás personajes—, al tiempo que, a través de numerosos giros inesperados, desarrolla una intriga de intensidad creciente, reforzada por una lúcida inmersión en la paternidad y la maternidad heridas, la tentación individualista de salirse del sistema y tomarse la justicia por su mano, y los singulares abismos de la locura y la maldad humanas. Más equívoca resulta la visión de la religión que presenta el filme, aparentemente crítica en su planteamiento y desarrollo —en cuanto el protagonista deja de vivir la caridad cristiana en que cree, y en toda la confusa subtrama del sacerdote—, pero elogiosa en su desenlace, como fuente de arrepentimiento y asidero ante la desesperación.

Al estilo de David Fincher en “Seven” y “Zodiac”, y de Clint Eastwood en “Mystic River”, Villeneuve traduce en imágenes todo ese rico material dramático creando una atmósfera angustiosa e insana a través de su puesta en escena, de potente planificación y cortante montaje, y muy bien apoyada por la sensacional fotografía del maestro Roger Deakins y la inquietante banda sonora de Jóhann Jóhannsson. Con todo ello, el espectador es atrapado sin remedio desde el original arranque hasta el antológico desenlace, y forzado —como pretendía el director— a preguntarse a sí mismo: “¿Yo qué haría en una situación tan terrible?”. No es fácil la respuesta. J. J. M.



EL MAYORDOMO (The Butler) *** (6)

FICHA TÉCNICA.- Director: Lee Daniels. Intérpretes: Forest Whitaker, Oprah Winfrey, David Oyelowo, Alex Pettyfer, Alan Rickman, Jane Fonda, John Cusack, Oprah Winfrey, Cuba Gooding Jr., Terrence Howard, Lenny Kravitz, Robin Williams, Liev Schreiber. Guion: Lee Daniels y Danny Strong, basado en en el artículo A Butler Well Served by This Election, que Will Haygood publicó en The Washington Post. EE.UU. 2013. Drama. 132 min. Jóvenes.

Georgia, 1926. Con ocho años, el niño afroamericano Cecil Gaines (Michael Rainey Jr.) ve cómo el cruel capataz de una plantación (Alex Pettyfer) asesina a sangre fría a su padre (David Banner). A los quince años, Gaines (Aml Ameen) escapa por fin de la violenta segregación racial del Sur de Estados Unidos en busca de una vida mejor. A lo largo de su arduo viaje hacia la madurez, Gaines (Forest Whitaker) adquiere habilidades inestimables que le permiten acceder a una oportunidad única en la vida: un trabajo como mayordomo en la Casa Blanca. Allí, Cecil se convierte en testigo directo del funcionamiento interno del Despacho Oval, mientras se gesta el movimiento por los derechos civiles, los asesinatos de John F. Kennedy (James Marsden) y Martin Luther King (Nelsan Ellis), los movimientos de los Freedom Riders y las Panteras Negras, la guerra de Vietnam y el escándalo Watergate. Pero, al mismo tiempo, su dedicación a ese trabajo le va distanciando poco a poco de su alcohólica esposa Gloria (Oprah Winfrey), y le genera graves conflictos con su hijo mayor Louis (David Oyelowo) —que se involucra de lleno en la lucha contra el racismo, también de forma violenta— y con su hijo pequeño Charlie (Isaac White), que decide enrolarse para luchar a Vietnam.

Esta nueva película del estadounidense Lee Daniels (“Shadowboxer”, “Precious”, “El chico del periódico”) es una irregular pero interesante recreación libre de la vida de Eugene Allen, un afroamericano que sirvió como mayordomo de la Casa Blanca, entre 1952 y 1986, a ocho presidentes, de Harry S. Truman a Ronald Reagan. En concreto, el guion de Lee Daniels y Danny Strong se basa en el artículo “A Butler Well Served by This Election”, que Will Haygood publicó en “The Washington Post”. Su gran baza es la espléndida interpretación de Forest Whitaker y de los demás actores, aunque algunos de ellos —sobre todo John Cusack (Richard Nixon) y Liev Schreiber (Lyndon B. Johnson)— ven debilitados sus trabajos por un maquillaje manifiestamente mejorable y por su escaso parecido con los presidentes que interpretan. En este sentido, están mucho mejor caracterizados Robin Williams (Dwight D. Eisenhower), James Marsden (John F. Kennedy), Minka Kelly (Jacqueline Kennedy), Alan Rickman (Ronald Reagan) y Jane Fonda (Nancy Reagan). Aunque, en el caso de estos dos últimos, chirría el ambiguo retrato que el filme hace de ellos, inicialmente elogioso, pero finalmente crítico con su supuesto racismo. Un enfoque que ha sido duramente criticado por la familia de Eugene Allen, que siempre manifestó que el matrimonio Reagan fue el que mejor le trató en la Casa Blanca.

Además de este y otros desenfoques más bien ideológicos, la película padece un guion episódico y poco sutil, que pasa superficialmente por numerosos hechos históricos significativos y sólo esboza las personalidades de los diversos presidentes, incluido Barack Obama, al que dedica el previsible desenlace. De todas formas, Daniels sí consigue ahondar en los dilemas morales y vitales del protagonista, subrayando su profundo sentido del trabajo bien hecho, su sincero patriotismo, su decidido pacifismo, su sencilla religiosidad cristiana, su capacidad de superación y, finalmente, también de rectificación en lo referente al trato con su familia. Esta calidez humana, unida al estelar reparto, a una producción generosa y a una sugerente banda sonora —con grandes temas musicales de cinco décadas—, convierten “El mayordomo” en una película estimable y grata de ver, aunque nunca alcance el nivel narrativo y dramático de otros filmes similares, como “The Queen”, “El discurso del rey”, “La Dama de Hierro” o “Lincoln”. J. J. M.



PIE DE PÁGINA (Hearat Shulayim / Footnote) **** (7,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Joseph Cedar. Intérpretes: Lior Ashkenazi, Alma Zack, Albert Iluz, Shlomo Bar-Aba, Yuval Scharf, Aliza Rosen. Israel. 2011. Tragicomedia. 103 min. Jóvenes.

Eliezer Shkolnik (Shlomo Bar-Aba) y su hijo Uriel Shkolnik (Lior Ashkenazi) son dos prestigiosos investigadores israelíes, especialistas en el estudio del Talmud, aunque con métodos diversos e incluso antagónicos. Eliazer es un viejo gruñón, prepotente, metódico y silencioso, que vive amargado por haber fracasado en una importante investigación y no haber obtenido el prestigioso Premio Israel, al que ha optado desde hace veinte años. Por un error administrativo, las autoridades le comunican que por fin ha ganado ese premio, aunque en realidad estaba destinado a su hijo Uriel, un tipo afable y simpático, menos académico y riguroso que su padre, pero mejor relaciones públicas. Cuando intentan deshacer el error, Muriel se opone, pues piensa que quitarle el premio puede ser la puntilla para su padre. Se genera así un enredo singular, que puede dañar a todos… u ofrecerles una oportunidad de mejorar.

Premio al mejor guion en Cannes 2011 y candidata al Oscar 2012 a la mejor película en habla no inglesa, “Pie de página” es una ingeniosa tragicomedia, que aborda de frente temas complejos, como la competitividad científica, la soberbia intelectual, las relaciones paternofiliales, el sentido del trabajo, la caridad heroica o la conciliación entre la dedicación profesional y la atención a la familia. En este último punto, cabe elogiar la sugerente visión, en segundo plano, que ofrece la película del importante papel de las esposas de Eliezer y Muriel.

El neoyorquino israelí Joseph Cedar (“Ha-Hesder”, “Medurat Hashevet”, “Beaufort”) relata la historia a través de una sólida y sutil realización, muy equilibrada en su juego entre la comedia y el drama, imaginativa en sus hilarantes pasajes oníricos y pseudoperiodísticos —con originales recursos narrativos, muy del cine “Indie”—, y llena de emoción auténtica en su abierto desenlace. También son muy eficaces el montaje sonoro y musical, y la dirección de actores, dentro del asumido laconismo de algunas interpretaciones. Queda así una gran película, divertida y profunda, que anima a reconsiderar las propias prioridades vitales. J. J. M.



EL MÉDICO ALEMÁN (Wakolda) *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Directora: Lucía Puenzo. Intérpretes: Àlex Brendemühl, Alan Daicz, Natalia Oreiro, Florencia Bado, Diego Peretti, Guillermo Pfening, Elena Roger. Guion: Lucía Puenzo, basado en su propia novela “Wakolda”. Argentina-España-Francia-Noruega. 2013. Drama. 94 min. Jóvenes-adultos.

Patagonia argentina, 1960. Un solitario médico alemán (Alex Brendemühl) acepta la invitación de una familia para sumarse a ellos, en caravana, por la ruta del desierto. Enseguida, queda fascinada con él Lilith (Florencia Bado), una adolescente con un cuerpo demasiado pequeño para su edad. Al llegar a Bariloche, los padres de la niña —Enzo (Diego Peretti) y Eva (Natalia Oreiro)— lo aceptan como primer huésped de la hostería que han adquirido a orillas del lago Nahuel Huapi. Aunque el extraño personaje les genera cierto recelo, progresivamente se verán seducidos por su distinción, su saber científico y sus ofertas de dinero, Hasta que intuyen que están viviendo con uno de los criminales más crueles de la historia.

Después de las más que discutibles “XXY” y “El niño pez”, la argentina Lucía Puenzo —hija del también director de cine Luis Puenzo— adapta en “El médico alemán” su propia novela “Wakolda”, inspirada a su vez en la histórica estancia clandestina en la Patagonia del médico nazi Joseph Mengele. Como en sus anteriores películas, Puenzo crea una atmósfera malsana y morbosa, aunque esta vez se contiene en su tratamiento formal, con muchos mejores resultados. Al guion le falta un cierto aliento dramático, dominado como está por la creciente intriga en torno al singular médico. De modo que no provoca en el espectador las emociones que quizás merecería la trama. Sin embargo, el conjunto funciona bastante bien gracias a una fluida puesta en escena, una notable ambientación, la bellísima fotografía de Nicolás Puenzo —hermano de la directora— y, sobre todo, las contrapuestas interpretaciones del español Álex Brendemühl —fría y lacónica— y de la niña argentina Florencia Bado, desbordante de vitalidad y frescura.

Por lo demás, aunque no saca demasiado partido dramático a los padres de Lilith, Lucía Puenzo recrea con angustioso vigor los experimentos raciales de Mengele, su maquiavélico apoyo a la fábrica de muñecas del padre de Lilith, sus flirteos con la madre y sus siniestras relaciones con el resto de la colonia alemana de la región, que disimula malamente su turbio pasado nazi. Por todas estas cualidades, “El médico alemán” ha sido elegida por la Academia Argentina de Cine para competir por el Oscar a la mejor película en habla no inglesa. J. J. M.



THE BLING RING ** (5,5)

FICHA TÉCNICA.- Directora y guionista: Sofia Coppola. Intérpretes: Katie Chang, Israel Broussard, Emma Watson, Claire Julien, Taissa Farmiga, Georgia Rock, Leslie Mann, Carlos Miranda. EE.UU. 2013. Drama. 90 min. Jóvenes.

Quizás por su propia experiencia vital, en casi todas las películas de la cineasta neoyorquina Sofia Coppola (“Las vírgenes suicidas”, “Lost in Translation”, “María Antonieta”, “Somewhere”), la hija de Francis Ford Coppola lanza una mirada agridulce a la infancia y a la adolescencia, heridas por diversas circunstancias, aunque observadas más con melancolía que con frustración. Ahora adopta plenamente esa ambigua perspectiva en “The Bling Ring”, inspirada en alucinantes hechos reales, que fueron relatados por Nancy Jo Sales en su artículo “The Suspect Wore Louboutins” para la revista “Vanity Fair”. El resultado es interesante, pero discutible.

Calabasas, California, 2008. Rebecca (Katie Chang) lidera un grupo de adolescentes pijas del instituto Indian Hills, completado por Nicki (Emma Watson), Chloe (Claire Julien), Sam (Taissa Farmiga) y Emily (Georgia Rock), y al que también se apunta Marc (Israel Broussard), un buen chaval con problemas de autoestima, que acaba de instalarse en la ciudad. Muchos de ellos padecen situaciones familiares traumáticas, todos están fascinados por las celebridades y las marcas de moda más lujosas, y ahogan sus vacías existencias en alcohol, drogas, sexo y música estridente. Un día deciden rastrear en Internet la agenda de las celebridades para robar en sus residencias de Beverly Hills. Y se lanzan a ello sin tomar demasiadas precauciones y vanagloriándose de sus hazañas entre sus compañeros y en sus propios perfiles de Facebook y Twitter. Paris Hilton, Orlando Bloom, Lindsay Lohan, Rachel Bilson y Megan Fox serán algunas de sus víctimas. En total sustraen joyas, ropa, zapatos, relojes... por valor de más de tres millones de dólares. Los medios apodan a la banda The Bling Ring.

Como siempre, Sofia Coppola desarrolla una esmerada puesta en escena, más ágil de lo que es habitual en ella, y en la integra imágenes televisivas, flashes de fotografías, páginas de Internet… Con todo ello logra retratar con precisión la capacidad adictiva de la cultura del lujo, la fama y las apariencias, así como la inmadura superficialidad que provoca en los adolescentes que se dejan seducir por ella, hasta caer en un autodestructivo hedonismo sin frenos ni referentes morales o religiosos. En este sentido, la directora neoyorquina se muestra muy crítica con la desidia de tantos padres, con la irresponsabilidad de tantos medios de comunicación y con la vacuidad de ciertas nuevas religiones sin Dios, representadas por la patética madre interpretada por Leslie Mann. Sin embargo, en ningún momento Sofia Coppola deja de querer a sus personajes, a los que dibuja más como víctimas que como culpables, y que incluso resultan entrañables en su infantil pérdida del sentido de la realidad. Este enfoque es discutible, pues limita en exceso el valor de la libertad humana y desdramatiza algunas situaciones lamentables, aunque a la vez facilita el trabajo de los actores, todos ellos muy convincentes en sus caracterizaciones.

A pesar de sus virtudes parciales, la película se resiente de un guion reiterativo, excesivamente centrado en las andanzas de los jóvenes ladrones y demasiado escueto en el retrato de sus ambientes familiares, en la trama policial en torno a los robos o en su repercusión mediática y social. Con esta opción, Sofia Coppola logra que tenga una gran fuerza dramática la abrupta irrupción de la vida real en el desenlace. Pero, a cambio, provoca el desinterés o el cansancio del espectador en unos cuantos momentos del desarrollo de la trama. En cualquier caso, “The Bling Ring” queda como un valioso testimonio de las tragedias de tantos jóvenes y adultos en las sociedades occidentales. J. J. M.



CANÍBAL ** (5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Manuel Martín Cuenca. Intérpretes: Antonio de la Torre, Olimpia Melinte, Alfonsa Rosso, Manuel Solo. Guion: Manuel Martín Cuenca y Alejandro Hernández. España. 2013. Thriller. 116 min. Adultos.

Carlos (Antonio de la Torre) es el sastre más prestigioso de Granada. Un hombre solitario, pero trabajador, atento y respetable, que desfila con su cofradía en las procesiones de Semana Santa —incluso ha confeccionado el traje de la Virgen— y mantiene una relación casi filial con una anciana (Alfonsa Rosso). Pero Carlos oculta un terrible secreto: es caníbal. Desde hace años, se alimenta de mujeres jóvenes y desconocidas —turistas, forasteras…—, con las que evita cualquier vínculo emocional, y que asesina y descuartiza en una aislada cabaña de Sierra Nevada. Su criminal rutina da un giro inesperado cuando conoce a Nina (Olimpia Melinte), una joven rumana que busca desesperadamente a su hermana gemela, Alexandra (Olimpia Melinte), una masajista desaparecida días atrás, y que vivió en el piso de arriba de Carlos… Para Nina, el sastre es su única esperanza.

El cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca (“La flaqueza del bolchevique”, “Malas temporadas”, “La mitad de Óscar”) dirige con mano férrea a Antonio de la Torre en esta adaptación libre de la novela “Caríbal”, del cubano Humberto Arenal. El contenidísimo trabajo del actor malagueño es sin duda lo mejor de esta película, junto con la decadente fotografía de Pau Esteve Birba, justamente premiada en el reciente Festival de San Sebastián 2013. El resto de interpretaciones también son buenas —sobre todo la doble caracterización de la rumana Olimpia Melinte—, al igual que la puesta en escena de Martín Cuenca, que genera el clima malsano e inquietante que exigía la historia, a menudo con planos estáticos de altísima calidad, como el de arranque en la gasolinera o alguno en Sierra Nevada.

El problema es que “Caníbal” implica poco al espectador normal, más allá del horror de las situaciones que puede imaginar —evitadas acertadamente por Martín Cuenca a través de elipsis visuales, que no sonoras— o del posible morbo de los diversos desnudos que muestra el director, esta vez de un modo explícito, aunque sin regodeos. Ciertamente, el guion de Alejandro Hernández y el propio Martín Cuenca esboza una cierta historia de redención a través del descubrimiento del amor y de la asunción de su penosa realidad por parte del protagonista. Pero ni prepara demasiado a los personajes para esa transformación —del pasado del protagonista y de sus paradójicas convicciones religiosas no se cuenta casi nada—, ni se adentra en las honduras del arrepentimiento, ni logra que salte al público la chispa emocional que pretende. De modo que Caníbal se queda corta, también como posible metáfora del autodestructivo individualismo dominante en las sociedades occidentales. J. J. M.

MUJER CONEJO ** (4,5)

FICHA TÉCNICA.- Directora y guionista: Verónica Chen. Intérpretes: Haien Qiu, Luciano Cáceres, Wu Chao Ting, Gloria Carrá, Héctor Díaz, Nicolás Mateo, Verónica Hassan, Jon Luco. Argentina-España-Venezuela. 2013. Drama. 80 min. Adultos.

Ana (Haien Qiu) es una joven funcionaria estatal argentina de origen asiático. Durante una inspección sanitaria, descubre que muchos burócratas y policías de Buenos Aires están comprados por la mafia china, que controla la inmigración ilegal, saltándose todas las leyes y tratando a sus compatriotas como esclavos. En su lucha por revelar la verdad, Ana se enfrenta a Wang (Wu Chao Ting), el principal líder mafioso, lo que pone en peligro su propia vida y la de su ex novio Alonso (Luciano Cáceres). De modo que la chica escapa de la ciudad y se refugia en un caserón en la pampa, al que no va desde hace diez años. Allí descubre que toda la región ha sido abandonada por sus habitantes tras ser infestada por una plaga de conejos transformados en carnívoros por manipulación genética. Lo que encuentra allí podría derrumbar a la mafia china, si logra salir viva…

La cineasta argentina de ascendencia china Verónica Chen (“Vagón Fumador”, “Agua”) define su tercer largometraje, “Mujer Conejo”, como “una película extraña, porque transcurre en una ciudad poblada de chinos y en un campo lleno de conejos”. También afirma que, en ella, ha procurado denunciar la corrupción política y policial en Argentina, indagar en los problemas de identidad de la mestiza protagonista y convertir los conejos mutados en metáfora de la masiva colonización de la soja que sufre su país desde hace años, como monocultivo destinado a los mercados asiáticos. Buenas intenciones que sólo se esbozan en un guion demasiado fragmentario y arrítmico, que no integra bien sus secuencias urbanas y campestres, y encarnado con escasa veracidad por unos actores de recursos limitados.

Por su parte, Verónica Chen introduce en su hiperrealista puesta en escena numerosas tomas de cámaras de vigilancia, así como pasajes de animación con un lejano estilo anime, a través de los que resuelve las escenas de acción más violentas. También podrían haber resultado sugerentes estos recursos. Pero las cámaras subjetivas acaban cansando y la animación que emplea resulta demasiado básica y limitada, de modo que chirría a menudo en su combinación con la acción real. Una acción real, además, no muy bien planificada, con frecuencia confusa o insustancial, y en la que mete de clavo una morbosa secuencia sexual. Queda así una película muy desequilibrada y claramente fallida. J. J. M.

METALLICA THROUGH THE NEVER ** (5,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Nimród Antal. Intérpretes: Dane DeHaan, James Hetfield, Lars Ulrich, Mackenzie Gray, Kirk Hammett, Robert Trujillo, Toby Hargrave. EE.UU. 2013. Musical. 93 min. Jóvenes-adultos.

Metallica es una de las grandes bandas de thrash metal, que ha vendido más de 100 millones de ejemplares de sus nueve discos de estudio. Fundada en 1981 en Los Ángeles por el batería danés Lars Ulrich y el vocalista y guitarrista californiano James Hetfield, tiene su base en San Francisco desde 1983, Esta película en 3D estereoscópico se acerca a su música a través de dos líneas argumentales paralelas y simultáneas. Por un lado, se muestra un espectacular concierto de Metallica durante su gira por Canadá en 2012. Y, por otro, una trama guionizada describe las andanzas de Trip (Dane Dehann), un roadie miembro del equipo del grupo, que lleva a cabo una misión urgente en medio de graves disturbios sociales.

Escrita y dirigida por el cineasta californiano Nimród Antal (“Habitación sin salida”, “Blindado”, “Predators”), la película se ha rodado con cámaras de última generación, que permiten espectaculares panorámicas de 360º, principalmente desde dentro hacia fuera del escenario. También el sonido —en calidad Dolby Atmos— es nítido y envolvente. Sin embargo, no se acaban de integrar bien los surrealistas y apocalípticos pasajes de ficción —en realidad, dramáticamente ligeros y básicos— con las impactantes imágenes del concierto, magníficamente planificadas, a veces apoteósicas y otras veces desasosegantes, como en su rememoración de la Primera Guerra Mundial o en su recreación de la ejecución de un condenado en la silla eléctrica. En cualquier caso, gustará sobre todo a los aficionados a la música heavy metal. J. J. M.



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