La nave española nació en los astilleros de La Habana en 1784 y ahora se está reproduciendo a escala 1:23 según los métodos de construcción del siglo XVII. En una sala reservada a tal labor en el museo Naval de Madrid, me reciben Francisco Fernández y Miguel Godoy, Ingeniero y Constructor de la nueva nave. Música de fondo, mesas llenas de piezas de madera y recortes en papel con  forma de lo que se convertirá en “costillas” del María de las Mercedes. Podría parecer un taller de carpintería, pero además de un barco de madera a escala, allí se está fabricando un reto y un homenaje. “La Fragata Mercedes fue una voladura, de manera que deflagró, lo que nosotros estamos haciendo es un modelo que muestre no cómo quedó la fragata explosionada, sino la nave abierta, incompleta, para que puedan verse las partes” afirma el ingeniero Francisco Fernández. La maqueta se reconstruye pieza a pieza, clavo por clavo siguiendo exactamente las técnicas de construcción del Siglo XVIII.Un equipo de tres personas trabaja a diario colocando las pequeñas partes, “midiendo hasta cien veces” afirma el Miguel Godoy. Observo la proa, cuatro o cinco piezas perfectamente ensambladas que parecen una sola. Mientras tanto, mientras tanto, los dedos de Franciso pasan por la cubierta de babor una y otra vez. Miguel alza la voz: “es caoba de Cuba, tendrá unos ciento y pico años, nos la han mandado de Málaga y ya no existe. Es la mejor caoba del mundo” Miguel se da la vuelta y me pide que me acerque a la popa. Me explica que está realizada con recortes que les han enviado desde el astillero de Málaga, donde se está construyendo el bergantín Galveztown. Este modelo se configura con materiales diferentes, igual que de distintas procedencias eran las personas que viajaban en él. El homenaje es también para las vidas que no se pueden recuperar.Antes de acabar, Miguel asegura que “es un esfuerzo titánico” y Fernando añade que “para nosotros significa hacer resuelto un reto tecnológico, porque hemos descubierto cosas que no estaban escritas, mediante la investigación”.La satisfacción se nota en sus miradas y sonrisas, sin dejar de repasar cuidadosamente con los dedos y asomarse al casco de madera una vez más. .