“Una suma importante que no solo ha permitido liquidar los 3,1 millones de euros concertados en 2013 para pagar la sentencia de la avenida Generalitat, sino también otros créditos contratados por el consistorio y que hemos cancelado anticipadamente”.   Vicente Casanova ha hecho un análisis de la evolución de la deuda municipal “que este equipo de gobierno siempre ha intentado adelgazar para evitar que la carga financiera se mantuviera en los niveles en los que nos encontramos en el ejercicio 2003”. “Entonces, heredamos un consistorio que tenía un porcentaje de deuda  muy elevado, del 95,3%. Pasados once años prevemos un cierre de 2014 con una deuda del 30,05% que en 2015 esperamos recortar al 27,6%”.   Esta política económica “se ha conseguido gracias a una estricta y exigente política de control del gasto que nos permitió afrontar con estabilidad y garantías el pago de una suma millonaria, la de los 8,2 millones de euros por las indemnizaciones de la avenida Generalitat”. Superado este proceso, “en 2014 hemos sido capaces de liquidar los préstamos por esta sentencia y sumar otras liquidaciones, de modo que hemos generado ahorros directos en intereses y amortizaciones”.   La línea a seguir en 2015 será idéntica. “Nuestra previsión es cerrar 2015 con una deuda del 27,6%, si bien seríamos capaces de llegar a la deuda cero que para un municipio de  más de 20.000 habitantes como es Almassora es una muestra evidente de la responsabilidad en la gestión”. Unos ahorros “que hemos decidido dedicar íntegramente a los vecinos en forma de rebaja de impuestos, que es al fin y al cabo la fórmula más directa para llegar a todas las economías familiares”.   El alcalde de Almassora ha hecho un análisis de la evolución de una deuda que ha tenido una caída en picado en los últimos años. “Y ha sido gracias al recorte en los gastos corrientes, la fiscalización de los servicios, así como a la contención y amortización paulatina de los gastos de personal”. De hecho, en los últimos años el consistorio ha amortizado “del orden de una quincena de plazas que han generado una menor carga económica para el consistorio”.   Morosidad del 20% Cabe señalar que el presupuesto de 2015, que este año se diseña en base a padrones, “no evita, sin embargo, tener en cuenta la realidad en la que estamos inmersos”. “Somos conscientes de que en un momento crítico como el actual, la morosidad es mayor porque, en algunos casos, la gente no paga porque sencillamente no puede y debe atender necesidades básicas y prioritarias”.   En 2015 “hemos previsto que este porcentaje de morosidad se sitúe en un 20%, si bien también hemos de reconocer que en los últimos años los porcentajes de cobro han ido mejorando poco a poco”. “En todo caso, en 2015 volveremos a aplicar el criterio de presupuestar de forma holgada los gastos y ser conservadores en los ingresos. De este modo, si se produce algún hecho extraordinario, seremos capaces de afrontarlo sin generar tensiones en nuestra hacienda local”, ha señalado Casanova.