El martirio del siervo de Dios, Mauro, que se llamaba Abel Angel Palazuelos y 17 compañeros, todos, de la Orden de San Benito; el martirio del Siervo de Dios Juan de Jesús, Juan Vilaregut Ferrer y tres compañeros de los carmelitas; asi como Pablo Segalás, sacerdote diocesano. También se reconoce a los siervos de Dios Crisanto, Aquilino, Cipriano, Juan y 63 compañeros de los Hermanos Maristas; todos ellos junto con dos laicos y una sierva de Dios, Aurelia que se llamaba  Clementina Arambarri y 3 compañeras de las Siervas de María ministras de los enfermos. Este centenar de mártires, fueron asesinados por la fe en 1936 y ya están en el decreto de las causas de los santos. A estos reconocimientos hay que añadis otro nombre: el Papa ha reconocido las virtudes heroicas de la sierva de Dios, Teresa de San José, la fundadora de las hermanas Carmelitas Teresianas de San José.