Las comunidades de montes que rodean A Picaraña en Ponteareas, lo tienen claro: la prevención y vigilancia son buenos medios para evitar que esta zona verde sea pasto del fuego forestal. Al menos esa es la intención que hay tras las brigadas de voluntarios, muchos de ellos comuneros, que "prácticamente durante todo el día, y en ocasiones las 24 horas" patrulla el monte para controlar que no se producen incidentes.

El presidente de la Mancomunidad de Montes de Arcos, Roberto Mera, nos ha recordado hoy que esta iniciativa surgió hace más de once años, tras la durísima ola de incendios que arrasó miles de hectáreas en Galicia en el 2006. "Entonces, la administración animó a que se constituyeran este tipo de brigadas a las que se les facilitó material básico para poder custodiar los bosques".

Una idea que se asumió enPonteareas y que se ha mantenido hasta ahora. Roberto Mera reconoce que el resultado "hasta ahora parece positivo" y es que "al menos servimos como medida disuadoria ante posibles fuegos intencionados". Además se realiza control de coches que acceden al monte y se vigilan las zonas "con el fin de poder actuar en el caso de que se inicie un fuego y evitar males mayores, o también, facilitar información si fuera necesario que permita investigar más rápido si ocurre algo".

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