El franciscano Francisco Castro Miramontes está desde hace unos meses en O Cebreiro, recibiendo a los peregrinos en un lugar "en el que ponen su mirada y suelen parar". Incluso ahora en Invierno, con una climatología complicada, llega un goteo de caminantes.

"La fuerza de voluntad del ser humano es increíble", explica. A su juicio el Camino es "un símbolo hermoso de la vida, del ser humano que lucha contra los elementos, pero paso a paso va avanzando.

Además de esa labor de acogida, Castro Miramontes atiende varias parroquias de la zona y el Santuario de estilo prerrománico.