Nos aproximamos a la figura de Alfredo Di Stéfano a través de su ex compañero Amancio Amaro: "Se nos ha ido un amigo y un maestro. Tenía, como mejor virtud, una ambición ganadora y que ha quedado plasmada en todos nosotros y de cómo un equipo llega a ser el mejor equipo del mundo, cuando llega Alfredo con su juego y ambición. Tenía un carácter muy fuerte, el fútbol se desarrollaba con el fútbol y con la palabra. Cuando compartes habitación y comidas con él, te das cuenta de la fuerza que tiene para transmitir defender unos colores. Su caracter no se podía cambiar, pero en las distancias cortas era muy buen conversador. Era un jugador diez porque era todoterreno, participaba en defensa, en medio campo, en la ayuda y en la definición".