La Iglesia dirige hoy su mirada sobre la prensa. Para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el Papa escrito un mensaje en el que ofrece claves para que los medios contribuyan a generar una sociedad más humana y fraterna. La apelación se dirige no solo a los profesionales de la prensa. Como hace notar Francisco, hoy «muchísimos individuos tienen la posibilidad de compartir inmediatamente noticias y de difundirlas de forma capilar». Son actos que tienen consecuencias. Uno puede contribuir a difundir solo malas noticias que generan angustia, miedo y división, o puede, por el contrario, favorecer el encuentro entre las personas y sembrar esperanza.No se trata, matiza el Papa, de esconder «el drama del sufrimiento», pero cuando uno mira la realidad con «las lentes» de la fe, descubre que «el Reino de Dios está ya entre nosotros» en infinidad de historias de bondad que habitualmente no merecen la atención de los grandes medios de comunicación. A esta reflexión añaden los obispos españoles otro mensaje centrado en la necesidad de poner en el centro de las comunicaciones sociales la preocupación por la vedad, en contraste con esa tendencia, bautizada como «postverdad», en la que los hechos pierden relevancia a favor del sentimentalismo subjetivo o las ideas preconcebidas. «Cuando se pierde la referencia objetiva de la verdad», advierten los obispos, se pierden la bondad y la belleza «como guía de la acción humana» y se genera lo que Benedicto XVI llamaba «dictadura del relativismo».