El presidente Rajoy dejó anoche bien claro, con firmeza y serenidad, la obligación del Gobierno de impedir lo que a todas luces es un intento anunciado de golpe de Estado en Cataluña. En su declaración institucional, previamente compartida con el PSOE y Ciudadanos, Mariano Rajoy no dejó lugar a la menor duda sobre su decisión de hacer frente al reto soberanista con todos los medios de que dispone para defender la Constitución, y restaurar el imperio de la ley allí donde sea vulnerada. Por otra parte, el Presidente volvió a invitar a los líderes separatistas a renunciar de una vez a la desobediencia y a plantear sus demandas por los cauces legítimos y democráticos, evitando así males mayores.

Horas antes de su intervención institucional, las fuerzas del orden que actuaban bajo mandato judicial habían desmontado prácticamente toda la logística para celebrar el referéndum del 1 de Octubre, con la detención de sus principales organizadores materiales. A propósito de esta intervención, Rajoy dejó bien claro que no descartaba en absoluto nuevas medidas si se mantiene la deslealtad y la desobediencia a la ley.

En todo caso el Presidente afirmó que su actuación estará guiada por la prudencia y la responsabilidad, para evitar que la sinrazón de unos pocos la tengan que sufrir el conjunto de los ciudadanos catalanes y el resto de los españoles.