Benjamin Netanyahu y Emmanuel Macron han celebrado en París un sentido homenaje a las víctimas del Holocausto en Francia. Se cumplían setenta y cinco años de la mayor redada contra los judíos franceses, un total de 13.152, detenidos entre el 16 y el 17 de julio de 1942 y trasladados al Velódromo de Invierno para después ser deportados. Macron invitó en este aniversario al Primer Ministro israelí y Netanyahu no pudo esconder la emoción durante su discurso. Habló en francés, porque la ocasión requería el esfuerzo, y calificó el gesto de Macron como “muy, muy fuerte”.Jaques Chirac fue el primer Presidente de la República que reconoció en 1995 la responsabilidad de Francia en la deportación y asesinato de ciudadanos franceses de religión y origen judío. Macron ha querido profundizar en el gesto frente a todos aquellos, en clara referencia a Marie Le Pen, que niegan la verdad de lo sucedido.Las relaciones entre Francia e Israel son antiguas pero no siempre fáciles. Grandes intelectuales franceses son y han sido de origen judío. El gesto de Macron tiene una profunda carga política y cultural en este momento, y Europa debe recoger el guante. En un mundo llamado a la apertura y la inclusión, los europeos debemos mirar con mucha atención hacia la tradición judía, que forma parte de nuestras raíces.