Coincidiendo con la encuesta publicada ayer por la Fundación SM sobre la juventud española, el departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal ha dado a conocer las inquietudes de los jóvenes católicos, recogidas en un documento que se enviará al Vaticano con destino al próximo Sínodo sobre la Juventud. Las preguntas, referidas a la fe y al discernimiento vocacional, son muy diferentes a las de la encuesta nacional, aunque también haya similitudes en las respuestas que reflejan los problemas de las nuevas generaciones. Un 60 % de los jóvenes que han respondido a la encuesta pre-sinodal afirma que no se siente comprendido por la Iglesia pero valora positivamente el esfuerzo que hace para escucharlos, que es precisamente uno de los objetivos del Sínodo. Además piden a la Iglesia que sea “más moderna, tolerante y no excesivamente moralista”.

Estos jóvenes hacen también autocrítica al afirmar que, a veces se dejan llevar por lo fácil, con olvido de sus compromisos. Su mayor desafío es llegar a los que están alejados de la Iglesia, y plantean promover la participación social, la promoción de la justicia, el cuidado de la ecología, la busca de la paz y la solidaridad con los pobres. Como contraste, confiesan que la busca del sentido de sus vidas y de la espiritualidad se convierte en una tarea difusa.

Todo esto plantea un gran desafío a la comunidad eclesial: abrir nuevos caminos para llegar más a fondo al corazón de los jóvenes, para acompañarles y mostrarles que sólo Cristo, vivo y presente en su Iglesia, puede responder a sus deseos más profundos de libertad, justicia y felicidad.