El Papa Francisco ha proclamado este domingo a 35 nuevos santos, entre los que se encuentra el escolapio español Faustino Míguez, sacerdote de origen gallego, profesor, botánico, fundador del Instituto Hijas de la Divina Pastora, y pionero en el acceso a la educación de la mujer, que vivió durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Los santos, como ha dicho el Papa, nos enseñan a entregarnos sin reservas, a salir de nosotros mismos, a no apoltronarnos en el sofá. A ellos les ha pedido también que nos enseñen a establecer relaciones fraternas y solidarias, especialmente con los últimos y olvidados.

En este contexto, el Papa ha anunciado la celebración de un Sínodo de obispos de la Amazonia, pulmón de gran importancia para

a nuestro planeta, que se celebrará en Roma, en octubre de 2019; un encuentro que será una ocasión privilegiada para proponer nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin perspectiva de un futuro sereno. Y una ocasión también para seguir proponiéndole al mundo, en sintonía con la Encíclica Laudatio Si, una ecología integral, que pasa por el respeto incondicional de la vida humana y el cuidado de la casa común, la Tierra, que clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella.