Hoy está en El Espejo la hermana María José Vila, superiora del convento de las Agustinas Recoletas en la diócesis de Machakos-Makueni (Kenia). El convento está enclavado en una zona muy seca y durante once años los intentos de encontrar un pozo que surtiera de agua a la comunidad y a su entorno fueron infructuosos. Ahora, gracias a la fe y a la tenacidad de estas religiosas, han encontrado ese pozo que les ha cambiado la vida.