Línea Editorial: En medio del duelo

Desde el jueves pasado la sociedad española vive pendiente de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils. El dolor, la frustración y la incertidumbre han hecho que la ciudadanía cerrara filas. Hay que identificar a los muertos, entregar los cuerpos a sus familias y atender a los heridos. El duelo por las víctimas lleva su tiempo y los testigos directos del atentado, la ciudadanía de Barcelona y el resto de ciudadanos españoles tendrán que gestionarlo día a día. Sin embargo, aunque duela, hay asuntos que no pueden ni deben ignorarse. Bien está que las primeras horas sean de silencio respetuoso. Pero, pasado este tiempo, el respeto escrupuloso a las víctimas exige ir más allá.

El sábado se celebrará en Barcelona una manifestación de repulsa al terrorismo y de homenaje a las víctimas. La CUP, el mismo grupo político que no ha condenado el atentado, hizo saber que no asistiría a la Manifestación. Las supuestas razones apuntan al rechazo a una Monarquía y a un Gobierno que venden armas a Arabia Saudí. Un argumento, que más suena a pretexto que a convicción. Como quiera que sea, entre todos han encontrado la solución. La CUP estará finalmente en la manifestación y el Estado en tercera fila. La cabecera corresponderá a los ciudadanos, mossos, servicios de emergencia y víctimas. En esa cabecera compartida podían y debían  haber estado la ciudadanía, los servicios policiales y de emergencia y los representantes de las instituciones políticas. La CUP no lo ha permitido.