Trump, en el ecuador de su presidencia
El presidente norteamericano cumple dos años en la Casa Blanca
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Actualizado 03:58
Ya han pasado dos años de la de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Faltan otros dos años para que un nuevo presidente o el propio Trump vuelva a jurar su cargo en las escalinatas del Capitolio en Washington.
Han sido dos años que medios como The New York Times o The Washington Post –tradicionalmente muy críticos con el actual presidente- han definido como una batalla diaria del presidente, no solo contra sus oponentes políticos, sino también contra sus propios aliados, incluidos los miembros de su gabinete. Dos años tumultuosos que en el futuro pueden ser vistos como dos años relativamente tranquilos si se cumplen las expectativas de lo que puede ocurrir en los dos últimos años de su presidencia. Y es que algo muy importante ha cambiado en Washington. Trump ya no tiene todo el poder. Las últimas elecciones legislativas de noviembre de 2018 devolvieron el poder de la Cámara de Representantes al partido demócrata. No tardaremos en ver a miembros de la familia Trump, antiguos asociados, miembros de su campaña electoral desfilar por las diferentes comisiones de investigación que tienen previsto convocar los demócratas. Todo ello hasta que el fiscal especial Robert Mueller presente el informe que está elaborando sobre la posible colaboración entre el presidente y su campaña con Rusia. Llegados a ese punto las presiones sobre la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi aumentara notablemente para que inicia el procedimiento de “impeachment”, el proceso para desalojar a Trump de la Casa Blanca.
Durante los dos primeros años de su presidencia Trump ha visto como su abogado personal le ha traicionado y le ha dejado en una situación muy delicada por los pagos para evitar que dos mujeres contaran –durante la campaña electoral- sus relaciones íntimas con el ahora presidente y le ha señalado como incitador para que mintiera al Congreso. Ha visto como su jefe de campaña ha entrado en la cárcel, como su primer consejero de seguridad nacional pactaba con el fiscal especial para evitar la carcel y como su fundación familiar tenía que cerrar sus puertas ante las numerosas irregularidades cometidas.
En sus dos primeros años de presidencia Trump ha devorado a los que muchos consideraban los miembros más cabales de su gabinete, el secretario de estado Rex Tillerson y el secretario de defensa Jim Mattis, ha socavado las relaciones con los aliados históricos de los Estados Unidos y ha abandonado la defensa de los derechos humanos por el caso del periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi. Trump, sin consultar con sus aliados, anunciaba la retirada de las tropas estadounidenses de Siria al tiempo que anunciaba la aniquilación del llamado Estado Islámico. Unos días después de esa declaración cuatro soldados estadounidenses morían en Siria.
Y EL MURO CON MÉXICO
En estos dos años no se ha olvidado Trump de una de sus principales promesas electorales: el muro en la frontera sur, el muro con México. Esta promesa ha tenido como consecuencia el cierre más prolongado de parte del Gobierno Federal de los Estados Unidos. La negativa del presidente a firmar unos presupuestos que no contemplen una partida de 5,700 millones de dólares para la construcción de ese muro y la falta de dialogo con la oposición ha provocado que 800.000 funcionarios tengan que trabajar sin cobrar o esperar en sus casas a que se solucione este problema.
La bonanza en Wall Street, subrayada por su reforma fiscal temblaba por la guerra comercial con China y las amenazas de cesar al Presidente de la Reserva Federal Jerome Powell.
ESTO IRA A PEOR, NO A MEJOR
Con un índice de popularidad que no llega al 40 por cien Trump afronta los dos últimos años de su presidencia con unas encuestas, que por primera vez este mes de enero, han registrado un descenso de sus apoyos entre los sectores de población que siempre se habían mostrado fieles al presidente, especialmente hombres y mujeres de raza blanca sin estudios superiores y blancos evangélicos.
Cada vez más aislado, Trump dedica más horas al día a ver la televisión, los canales de solo noticias con los que muchas vez establece un debate dialectico a través de las redes sociales.
Michael Steel, asesor durante años del Partido Republicano declaraba al New York Times “que nada de lo que le espera al presidente durante los próximos dos años será parecido a lo que ha tenido que hacer frente en los dos años previos”. Steel insiste en que “la sensación de que el presidente está cada vez más arrinconado por sus problemas legales y sus enemigos políticos hace pensar que lo que está por llegar no será en ningún caso mejor, sino peor”.
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