El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha sido expulsado este miércoles del pleno del Congreso por la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, tras ser llamado al orden por tres veces al protagonizar un duro rifirrafe con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Esta es la segunda vez en la historia que se produce una expulsión en el Congreso. La primera tuvo lugar en 2006 con el diputado del PP, Vicente Martínez-Pujalte, que protagonizó un espectáculo bochornoso con gritos proferidos contra el ministro de Defensa, José Antonio Alonso. El presidente de la Cámara, Manuel Marín, se vio obligado a expulsarle.

Entre otras cosas, Rufián ha llamado "fascista" a Borrell, aunque luego ha aclarado que iba dirigido a Ciudadanos por haber llamado previamente "golpistas" a los nacionalistas, y se ha levantado del escaño en varias ocasiones para interrumpir la intervención del ministro.

Tras ser expulsado por Pastor, el resto de diputados de ERC han abandonado también el hemiciclo en silencio.

Rufián, que ha comenzado su intervención llamando "fascistas" a los diputados de Cs, ha pedido la dimisión de Borrell por ser el ministro "más indigno de la historia de la democracia" y un "hooligan" militante de Sociedad Civil Catalana (SCC), que es una "organización de extrema derecha".

#SesiónDeControl Es el turno de @gabrielrufian de @Esquerra_ERC. Pregunta a @JosepBorrellF, ministro de @MAECgob, "qué valoración hace el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de la gestión de su Ministerio?" �� pic.twitter.com/UZMrIgtDKS

— Congreso (@Congreso_Es) 21 de noviembre de 2018

Ha añadido que a Borrell le debería dar "vergüenza" competir con los nacionalistas cuando maneja un presupuesto muy superior y de "mofarse" del líder de ERC, Oriol Junqueras, mientras "se podría en una cárcel de Madrid".

"Una vez más ha vertido sobre el hemiciclo esa mezcla de serrín y estiércol que es lo único que usted es capaz de producir", le ha recriminado Borrell, que ha recibido los aplausos de la mayoría de los diputados al tiempo que Rufián se ponía en pie.

La presidenta del Congreso, que ya había advertido de que hablaría sobre los insultos de Rufián, ha pedido al diputado de ERC que se sentara y le ha llamado al orden porque "mientras está el orador, sus señorías no pueden ponerse en pie".

Tras ser expulsado por Pastor, el resto de diputados de ERC han abandonado también el hemiciclo y en ese momento, según Borrell, uno de ellos que ha pasado junto a su escaño, le ha escupido.

"No voy a hacer la anatomía del escupitajo, se giró y me escupió", ha relatado Borrell a los medios para describir un incidente que no se aprecia con claridad en las imágenes de televisión.

De hecho, el diputado de ERC que supuestamente ha escupido Borrell, Jordi Salvador, ha negado que lo haya hecho, y en declaraciones a EFE, ha asegurado que al pasar junto al ministro se ha limitado a hacer un gesto de "buff" ante la situación creada.

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"Hoy al salir solo he hecho buff", ha insistido.

OTRAS BRONCAS EN EL CONGRESO

Vicente Martínez-Pujalte, primer expulsado de la historia del hemiciclo (2006)
 

El pleno del Congreso fue escenario una tarde de mayo de 2006 de una bronca sin precedentes generada a partir de los gritos proferidos contra el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, por parte del diputado del PP Vicente Martínez-Pujalte, al que el presidente de la Cámara, Manuel Marín, expulsó del hemiciclo.

Martínez-Pujalte preguntó al ministro en varias ocasiones, y en voz alta si le iba a detener, en alusión a la condena de los policías que detuvieron a dos militantes del PP, lo que llevó a Marín a apercibir al diputado, primero en dos ocasiones y luego por tercera vez, medida que lleva aparejada su expulsión.

En un principio, Martínez-Pujalte permaneció en su escaño, se negaba a irse, pero cuando Marín le hizo notar las consecuencias reglamentarias que podía acarrear su actitud, optó -varios minutos después- por abandonar el pleno, ovacionado por sus compañeros de filas, que después generaron una gran bronca, con pataleos y voces de "dimisión, dimisión", en cuanto el ministro pudo tomar la palabra. Las imágenes fueron realmente bochornosas.


 

Joan Tardá (ERC), expulsado de la tribuna por hablar en catalán (2013) 
 

El presidente del Congreso, Jesús Posada, expulsó de la tribuna de oradores en 2013 al diputado de ERC Joan Tardá, después de advertirle hasta en tres ocasiones de que no hablara en catalán, aviso que el parlamentario republicano obvió.

Cuando Tardá tomó la palabra durante el debate de convalidación de un decreto ley sobre pensiones, este quiso recordar los 20 años del asesinato del joven valenciano Guillem Agulló, militante en movimientos nacionalistas de izquierdas, a manos al parecer de un grupo de ultraderecha.

Posada le llamó al orden, pero Tardá insistió en expresarse en catalán. En ese momento, el presidente del Congreso le leyó el artículo 104 del reglamento de la Cámara para reiterar que a la tercera llamada al orden se vería obligado a expulsarle de la tribuna e incluso del hemiciclo, y así lo hizo.

 

Rafael Hernando (PP), intenta agredir a Alfredo Pérez Rubalcaba (2005)
 

En julio de 2005, tras una tensa reunión en el Congreso, Rafael Hernando (PP) se encaró con Rubalcaba (PSOE). La intervención de Acebes y de Zaplana, que sujetaron a su compañero, evitó la agresión. El incidente se produjo al término de la sesión permanente del Congreso en la que el presidente de la Cámara, Manuel Marín, ya se había visto obligado a interrumpir el debate por la tensión que se registraba en la sala cuando se analizaba la propuesta del PP de que compareciera la vicepresidenta primera del Gobierno en relación con el incendio de Guadalajara.

Ya fuera de la sala, Rubalcaba hizo el gesto de llevarse la mano a la cara (un ademán utilizado para llamar caradura a alguien), en referencia a los diputados del PP, lo que motivó la respuesta airada de Rafael Hernando, quien se volvió hacia el portavoz socialista asegurando que conocía a alguno de los familiares de los fallecidos en el incendio. Fue entonces cuando intervinieron varios dirigentes populares para frenarlo.