Este 2018 ha sido un año en el que tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias han tenido que rectificar muchas de las propuestas que habían defendido durante años. En determinados casos no han defendido los principios de la ideología de izquierda.

Sánchez ha pretendido reforzar la imagen presidencial con una agenda plagada de compromisos internacionales en los que ha hecho bandera del multilateralismo como única vía para solucionar problemas globales como el cambio climático.

Seis meses después de llegar a la Moncloa, la principal pregunta al presidente sigue siendo la misma, cuándo convocará elecciones.

Nada tiene que ver el Sánchez de la etapa de líder de la oposición con el de la etapa actual, la de presidente del Gobierno. ¿E Iglesias? Ahora asegura que ya no defiende lo que decía sobre Venezuela y la financiación de su partido. A continuación, hacemos un repaso de las rectificaciones que han hecho durante este año ambos líderes.

 

Pedro Sánchez

Exhumación de Franco

Cuando Sánchez entró en el Gobierno dijo que haría lo posible por sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos, pero a día de hoy, y han pasado ya más de seis meses, los restos siguen allí.

La exhumación del dictador del Valle de los Caídos podría producirse entre finales de enero y mediados de febrero, según aseguran fuentes del Gobierno, una fecha para la que podría no estar aún aprobada la reforma de la Ley de Memoria Histórica con la que el Ejecutivo quiere impedir que los restos del dictador acaben en la cripta de la catedral de la Almudena.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro este lunes 17 de diciembre, en conversación informal con los periodistas durante la tradicional copa de Navidad del Palacio de la Moncloa, que el Estado tiene herramientas para impedir que Franco sea enterrado en la catedral madrileña aunque la reforma de la Ley de Memoria aún no haya sido aprobada. ¿Qué pasará finalmente? Lo conoceremos en los próximos meses.

 

'Aquarius'/inmigración
 

Diez días después de llegar a La Moncloa, Pedro Sánchez sorprendió con el ofrecimiento de acoger al buque Aquarius, que deambulaba por el Mediterráneo con 629 inmigrantes. Fue el primer capítulo de una política migratoria "más humanitaria", con categoría de Estado y trasladada a la UE en busca de alianzas.

Desde junio, el nuevo Gobierno socialista marcó el camino de una política migratoria de "seguridad, solidaridad y defensa de los derechos humanos" que ha ido adaptando ante el aumento de migrantes que han alcanzado las costas españolas o que han sido rescatados en el Mediterráneo. A finales de año, se habrán triplicado.

Al barco humanitario Aquarius -600 de sus ocupantes tramitaron su asilo en España tras aplicarse un estatus especial por "situación de excepcionalidad"-, le han seguido otras llegadas, como la del buque de la ONG Open Arms con otros cientos de migrantes rescatados en el Mediterráneo central.

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Sin ir más lejos, el Gobierno de Pedro Sánchez rechazó el pasado miércoles 14 de diciembre en el Congreso la puesta en marcha de un procedimiento extraordinario de regularización de inmigrantes, similar al que aplicaron el PP en 1996 y el PSOE en 2005. Tras la polémica con el buque 'Nuestra Madre Loreto', Sánchez tomo la decisión de no acoger a los inmigrantes que iban a bordo. Iglesias respondió lo siguiente: "si hay para organizar el partido entre el River Plate contra Boca Junior, este país debe ser solidario y recibir a esas personas".

 

Reforma laboral y pensiones

Sánchez prometió llevar a cabo una reforma laboral y mejorar el sistema de las pensiones. Pero las negociaciones no han llegado a producirse aún.

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha confiado en que la modificación de la reforma laboral o la de pensiones "saldrán adelante", porque el Gobierno trabaja en la "recuperación de derechos perdidos".

Sin embargo, la ministra ha señalado que para aprobar estas reformas se necesita mayoría parlamentaria, lo que supone contar con el apoyo de "varios grupos, incluido el PdeCAT".

El Gobierno ha decidido compensar las pensiones en 2018 con la inflación de noviembre, con lo que tendrá que abonar a los pensionistas la décima de diferencia entre la revalorización de las pensiones presupuestada (1,6 %) y la tasa anual de IPC del mes pasado (1,7 %).

Fuentes gubernamentales han explicado que se ha optado por hacerlo así porque en diciembre es posible que la inflación no supere el 1,6 %, con lo que los pensionistas se quedarían sin compensación.

 

Ley hipotecaria

El Congreso busca resolver los últimos flecos de la redacción del proyecto de ley de crédito inmobiliario, aquella reforma de la Ley hipotecaria que el entonces ministro de Economía Luis de Guindos llevó a la Cámara Baja en noviembre de 2017 y que deberá ser aprobada y remitida al Senado antes de fin de año.

Tras su llegada a La Moncloa, el Gobierno de Pedro Sánchez buscó acelerar la tramitación de esta norma en el Congreso. La trasposición de la directiva arrastra más de dos años y medio de retraso, con el consecuente riesgo de sanción. Sin embargo, la dificultad para encontrar acuerdos ha ido dilatando su tramitación hasta agotar los plazos para enviar el texto a la Cámara Alta.

Finalmente, la previsión es que el Senado pueda comenzar a trabajar en esta norma una vez se reanude el período de sesiones, ya en 2019, y por la vía de urgencia tras solicitarlo así el Gobierno, con el fin de acortar los plazos a la mitad en la Cámara Alta.


 

Inviolabilidad del Rey

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera "sin duda alguna" que la inviolabilidad del Rey que recoge la Constitución se ha quedado vieja y está convencido de que Felipe VI sería favorable a que se eliminara esa prerrogativa en una hipotética reforma constitucional.

Sánchez se muestra partidario de esa modificación en una entrevista con varias televisiones con motivo del 40 aniversario de la Constitución y en la que ensalza este texto porque ha dado "los 40 años de mayor prosperidad, libertad y democracia de toda nuestra historia". Eso no es óbice para que defienda la necesidad de realizar ya reformas que cree que demanda la sociedad.

Diferencia el jefe del Gobierno una reforma agravada, para la que asume que no hay tiempo en la actual legislatura, de cambios puntuales que sí pueden llevarse a cabo como el relativo a la limitación de los aforamientos.

Y es en una reforma agravada, que necesitaría de referéndum y aval de unas nuevas Cortes, donde podría enmarcarse la posibilidad de que desapareciera de la Constitución la inviolabilidad del Rey.

 

Pablo Iglesias

Casa en Galapagar

La polémica con la nueva casa que compraron en mayo Pablo Iglesias e Irene Montero en la urbanización La Navata de Galapagar, ha convertido a la localidad de la sierra madrileña en un epicentro de miradas de curiosos y de medios de comunicación.

Iglesias y Montero, que hasta entonces residían en la localidad de Rivas-Vaciamadrid de alquiler, solicitaron conjuntamente una hipoteca de 540 mil euros a pagar en 30 años. En un comunicado publicado en su página de Facebook, la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso explicó las razones por las que decidieron comprar la vivienda. Especificó incluso hasta el dinero que pagará cada uno al mes de hipoteca (800 euros), algo insostenible para la gran mayoría de las familias españolas.

Con la compra de esta casa, tanto Iglesias como Montero, renunciaron a lo que habían defendido durante años atrás, cuando Podemos comenzó a ser un partido en auge y donde criticaban las viviendas de otros políticos de derechas. Hablaban de capitalismo, y eran partidarios de vivir en una vivienda de alquiler... y ahora, ¿qué?

 

Venezuela

Como contamos en nuestra Línea Editorial el pasado 14 de diciembre, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sorprendió a propios y extraños cuando, en la Comisión del Senado que investiga la financiación de los partidos, renegó de su credo bolivariano. Iglesias dijo que ya no compartía algunas de las cosas que había dicho en el pasado sobre Venezuela, que “la situación política y económica en ese país es nefasta” y que rectificar en política es de sabios.

Tiene razón Pablo Iglesias cuando señala que rectificar es de sabios. También es propio de sabios sacar las consecuencias de esa rectificación, y en consecuencia, someter a crítica las bases ideológicas y políticas revolucionarias comunes que tiene Podemos con el régimen bolivariano. Quizá sea demasiado pedir a una formación política que está en horas bajas, que se ha desgastado por la ausencia de un proyecto que responda a las necesidades reales de la sociedad y que nunca se ha despegado de sus contradicciones.

Bienvenida sea esta rectificación de Pablo Iglesias si es sincera y responde a la verdad. Pero es razonable sospechar que se trate de una estrategia de retórica parlamentaria para aparecer con un discurso más moderado. Y es que a Pablo Iglesias se le nota demasiado la desesperación por volver a enganchar con un electorado que ha perdido por el camino.

Según convenga, tanto Sánchez como Iglesias dicen una u otra cosa...